Los siete pecados capitales de Brasil en el empate sin goles contra Venezuela

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SALVADOR.- Brasil decepcionó nuevamente en su segundo partido de la Copa América 2019 con un pobre empate sin goles ante Venezuela que dejó en evidencia la ansiedad, la imprecisión y la nula efectividad ofensiva de los anfitriones.

La hoy cuestionada pentacampeona del mundo tuvo la oportunidad de cerrar su clasificación para los cuartos de final, pero la tiró por el desagüe en el Arena Fonte Nova de Salvador.

A continuación, los siete pecados que cometió Brasil ante la Vinotinto y que ahora le obligan a sacar un resultado positivo en el último partido de la fase de grupos del próximo sábado frente a Perú:

  1. UN REMATE A PORTERÍA EN CASI 100 MINUTOS

La nula efectividad de los delanteros de la Canarinha comienza a ser alarmante. El trío atacante titular, formado por Richarlison, Roberto Firmino y el joven David Neres, se fue de nuevo de vacío, como en el partido inaugural en el estadio Morumbí de Sao Paulo.

En un partido que rozó los cerca de cien minutos de duración, Brasil solo fue capaz de rematar una vez a la portería de Wuilker Faríñez.

El único que disparó entre los tres palos fue Richarlison, quien fue sustituido al descanso por Gabriel Jesús. Venezuela acabó con el mismo registro: un tiro a puerta obra de Darwin Machís.

Copa América: Brasil no pudo con el cerrojo de Venezuela (0-0) 

«Faltó contundencia y efectividad. Transformar las ocasiones en gol es fundamental», reconoció el seleccionador de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi ‘Tite’, en una rueda de prensa tras el partido.

Además, el árbitro y el VAR les anularon tres goles durante el encuentro.

  1. PRECIPITACIÓN EN EL PASE

Pese a ser el claro dominador del juego con casi un 70 % de la posesión -en algunos momentos llegó al 95 %-, el cuadro dirigido por Tite falló en el último pase de manera estrepitosa. Abusó de los centros laterales, que además nunca encontraron un rematador claro.

El ansia por marcar el primer gol y la presión del cronómetro en su contra provocaron que los locales perdieran 124 balones, por los 120 de la Vinotinto.

  1. SIN COUTINHO, NO HAY ALEGRÍA

El centrocampista del Barcelona, que fue fundamental con dos goles en la victoria sobre Bolivia de la primera jornada, desapareció por completo en el Arena Fonte Nova.

«Lo tuvieron muy controlado, era muy difícil que recibiera el balón en una posición adelantada» en la que pudiera hacer daño, explicó ‘Tite’ a los periodistas.

Con Coutinho maniatado, la selección verde-amarilla perdió a su jugador más creativo e incisivo en esa zona de tres cuartos.

La entrada de Arthur en el once titular, recuperado ya de su fuerte golpe en la rodilla, pareció dar al equipo una marcha más de velocidad, pero rápidamente se diluyó, contagiado por el resto de sus compañeros.

  1. TITE ARRIESGÓ POCO

El entrenador cambió de piezas rápido en busca de una reacción, pero arriesgó muy poco. En el descanso, cambió a Richarlison por Gabriel Jesús y más tarde dio minutos a Fernandinho y Éverton, sustituyendo a Casemiro y David Neres.

En definitiva, Tite cambió pieza por pieza, dando prioridad al esquema con el que empezó de inicio y que no funcionó.

En rueda de prensa, un periodista le preguntó por qué no era más valiente con los cambios y, por ejemplo, sacaba a un delantero por un defensor o un centrocampista.

La respuesta de Tite fue que su estrategia consiste en «mantener la rutina» de aquello que el equipo entrena durante la semana por encima de «las presiones» que ocurran durante los partidos y comentó que tampoco tiene la capacidad para modificar por completo el dibujo.

«No soy competente para esa situación. Nuestra rutina domina la función», indicó.

Las decisiones acertadas del árbitro chileno y el VAR, anulando hasta tres goles, fue aumentado la desesperación del equipo de Tite a medida que se acerca el final.

Ello se suma también al miedo a un nuevo fracaso en casa. En la memoria de los brasileños aún está ese humillante 1-7 en las semifinales del Mundial Brasil 2014 contra Alemania, que pasó a la historia como el ‘Mineirazo’.

  1. JUGADORES SIN MINUTOS

El técnico brasileño tiene un once definido que parece inamovible y un puñado de suplentes fijos para entrar en el segundo tiempo. En dos partidos solo ha utilizado cuatro jugadores de banquillo: Fernandinho, Willian, Éverton y Gabriel Jesús.

Llama la atención que futbolistas como el lateral Alex Sandro, de amplio recorrido y que podría aportar una dosis de potencia más en la banda, o el centrocampista ofensivo Lucas Paquetá no hayan disputado aún ni un solo minuto en el torneo.

  1. CISMA CON LA AFICIÓN

La afición brasileña, que ya perdió la paciencia en el primer partido frente a Bolivia, pese a la victoria final y el resultado abultado (3-0), se dividió ayer entre los pitos y los aplausos.

Al descanso ya mostró su disconformidad con lo que estaba viendo y con el pitido final repitió, incluso, a modo de ironía, acompañó con «olés» los pases de la Vinotinto en la recta final del encuentro.

El mal momento por el que atraviesa el combinado nacional, unido a otros factores como el alto precio de las entradas, provocó que, como también ocurrió en el Morumbí, el Arena Fonte Nova no registrase un lleno completo.

Según los organizadores, la entrada fue de 39.622 espectadores, por lo que hubo unos 10.000 asientos vacíos.

EFE/Fotos EFE

 

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