Luis Arce, que se alza como virtual ganador de las presidenciales, dijo que si Evo Morales quiere volver al país podrá hacerlo porque es boliviano, pero su influencia se limitará al cargo que ocupa como presidente del Movimiento al Socialismo, MAS, partido que acogió su candidatura.
La ratificación de Luis Arce como presidente de Bolivia aún no ha llegado. Sin embargo, trató de marcar distancia entre su futuro Gobierno y el expresidente Evo Morales, antes de arrancar oficialmente.
Con el 71,15% de las actas escrutadas, Arce registra el 52% de los votos, un poco más de lo justo para declarase ganador y hablar con determinación sobre las decisiones que tomará una vez asuma el cargo, en medio del demorado conteo que se realiza en el país.
En una entrevista ofrecida a la agencia Reuters, Arce fue determinante y recalcó que no estará a la sombra de nadie, en medio de las especulaciones sobre qué tanto espacio tendrá Morales en su eventual Ejecutivo, quien designó durante su administración a Arce como ministro de Economía.
«No tendrá ningún papel en nuestro Gobierno», dijo tajante Arce en la sede del MAS en La Paz. «Puede regresar al país cuando quiera, porque es boliviano(…) pero en el Gobierno soy yo quien tiene que decidir quién forma parte de la administración y quién no».
Qué tanto sostendrá su palabra en el tiempo, es un asunto que especulan los analistas. Pero el retorno del MAS le abre una puerta de regreso a Morales, exiliado en Argentina en medio de acusaciones de fraude electoral en los comicios de 2019, que tuvieron que repetirse sin el expresidente en el tarjetón.
Morales niega las acusaciones y dice que se trató de un golpe de Estado de la derecha que desató una crisis política en el país, sobre lo que Arce se pronunció.
«El debido proceso no ha sido respetado en varios casos en su contra (Morales)», dijo Arce. «Lamento que la política haya sido judicializada, que la derecha haya judicializado la política».
Arce plantea un Gobierno socialista sin Evo Morales
Que el expresidente no esté en su administración, no significa que esta no asuma algunas de las políticas de Evo Morales que, a juicio de Arce, funcionaron en Bolivia.
Como ministro de Finanzas de Morales, ayudó a presidir una economía que estaba creciendo más rápido que casi cualquier otra en la región. Pero cuando previsiblemente asuma la presidencia el próximo mes, tomará el control de un país que enfrenta una recesión paralizante debido a la pandemia de Covid-19.
En ese sentido, Arce, de 57 años, aseguró que el modelo económico que ayudó a implementar bajo el Ejecutivo de Morales funcionó y funcionará una vez más.
«Tendremos que aplicar medidas de austeridad. No hay otra opción si no tenemos suficientes ingresos para cubrir nuestros gastos actuales», dijo Arce.
El socialista, formado en Reino Unido, que se postuló desde una plataforma que prometía inversión social, dijo que los recortes no afectarían a la inversión pública, y que serán una «prioridad» para reactivar el crecimiento.
Arce anunció el restablecimiento de relaciones con Cuba y Venezuela
Este 20 de octubre, en una entrevista con EFE, Arce aseguró que si se confirma su victoria, Bolivia reanudará las relaciones con países como Cuba y Venezuela rotas por el Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez, de marcada tendencia conservadora.
«Nosotros vamos a restablecer todas las relaciones. Este Gobierno ha actuado muy ideológicamente privando al pueblo boliviano del acceso a la medicina cubana, a la medicina rusa, a los avances en China. Por un tema netamente ideológico se ha expuesto a la población de manera innecesaria y perjudicial», aseveró.
El virtual ganador del MAS manifestó su disposición de «abrir la puerta a todos los países. El único requisito es que nos respeten y respeten nuestra soberanía, nada más».
Ese es el caso de Estados Unidos, país del que también habló. Bolivia rompió relaciones con Washington bajo la era de Evo Morales. Arce, sin embargo, dijo entrelíneas que las cosas dependerán de la voluntad de la Casa Blanca.
«Si quieren reestablecer una relación con nosotros, lo único que pedimos es que seamos respetados como iguales», apuntó.
Durante su periodo de transición, el Gobierno interino de Añez suspendió en enero los vínculos diplomáticos con Cuba por «la permanente hostilidad y constantes agravios» de la que acusó al Gobierno cubano, aunque dijo que no se trataba de una ruptura total.
Fuente: france24.com