Estaba Messi en Berlín engatillando con su zurda desde fuera del área de la Juventus cuando Luis Suárez, con ese olfato que no se enseña en ninguna escuela de fútbol, cambió sus pasos y corrió como si le fuera la vida hacia la portería de Buffon. No sabía cómo acabaría la jugada, pero ese instinto que solo tienen los elegidos hizo al nueveencontrarse con el balón. Ahí llegó la pelota. Y Suárez acudió fiel a su cita con la historia.
– ¿El gol que tanto necesitaba?
– Es un sueño hecho realidad. Uno piensa en algo así cuando empieza a jugar a fútbol. Lo sueñas y hasta lo puedes imaginar… ¡Un gol en una final de Champions! Pero nunca me quise precipitar en el camino, trabajé al máximo para tener esta posibilidad y poder llegar algún día hasta aquí. Pero lo que me hace más feliz es poder tener este trofeo y haber dado tanta alegría a la gente.
– ¿Cómo recuerda la jugada?
– Cuando vi que la pelota quedó suelta en el área, pensé: ‘Ahora, tienes la pelota picada, no está el portero… Es algo increíble’. Es el gol que uno persigue siempre y sirvió, al menos, para llevarnos la victoria.
– ¿A quién dedicó el gol?
– A los de siempre. A los míos. Se lo dedico a mi mujer, a mis dos hijos, a todos esos que nunca me fallaron. Ellos me bancaron en todo momento, no me fallaron nunca en los malos momentos y me aguantaron todo lo que sufrimos este año. Ha sido un año muy difícil para mí. Solo ellos saben lo que yo sufrí para estar hasta acá. Y después hay que hablar también de toda la gente que estuvo detrás mío. No quiero olvidarme tampoco del Barcelona porque confió en mí después de todo lo que pasó conmigo. No era fácil, pero el club siempre estuvo ahí. Y los compañeros, que son espectaculares. Me trataron como uno más desde que llegué. Y eso es algo que jamás olvidaré. Se lo voy a agradecer toda la vida.
– ¿Imaginó cuando estaba sancionado por la FIFA que, 11 meses después, besaría el triplete?
– La verdad es que no. Soy de ese tipo de jugadores que no se conforma con nada. Siempre quiero más, aunque sabía de la dificultad que tenía alcanzar el triplete. Mucha gente, además, pensaban que con mis goles al City, al París SG o al Madrid que ya tenía suficiente. Y que Suárez lo tenía todo hecho. Pues, no. Al contrario. Yo no soy así. Deseo seguir creciendo y, además, con la calidad que tenemos en este equipo siempre puedes mejorar.
– Pero no le ha sido nada fácil. Debutó a finales de octubre, le costó conectar con el juego del equipo.
– Claro que no fue nada fácil. Pasamos momentos muy difíciles. A mí, además, me tardó en llegar la oportunidad de jugar por todo lo que había pasado antes en el Mundial. Pero terminamos haciendo algo muy grande.
– Llegó siendo tratado como un delincuente y ahora ha completado la temporada perfecta. ¿Cómo superó todo esos problemas?
– El fútbol tiene estas cosas. Se viven situaciones terribles, muy difíciles. Pero siempre traté de revertirlas. No lo digo solo por ahora. En toda mi carrera me han pasado cosas así y, al final, he salido más fuerte. Me pasó lo del Mundial con Inglaterra. Todo el mundo decía que no llegaría a aquel partido porque no hacía ni un mes que me habían operado de la rodilla. Y llegué marcando. además, dos goles. Ahora me pasó algo similar.
– Y con el componente de revancha que tenía esta final por su reencuentro con Evra y Chiellini, aunque la lesión de éste lo frustrara.
– Se habló mucho de todo esto durante estas últimas semanas. Y sí. Sí tengo la sensación de que el fútbol me la debía. Me debía algo así, me dieron esa posibilidad de tener una revancha de todo lo que se había dicho de mi. Y gracias a Dios lo pude conseguir. Al menos, pude mantenerme al margen de todo lo que se dijo antes de la final. Solo quería pensar en el partido. No quería pensar en nada más.
– Vino al Barça para esto…
– Vine para noches así, para jugar partidos importantes, para disfrutar del fútbol.
– Ha ganado en menos de un año tantos títulos (3) como en sus nueve temporadas de profesional.
– Es verdad. Y eso, al final, es lo más importante. Es un paso que deseaba dar en mi carrera y después de muchos problemas lo he podido hacer con el apoyo de todos mis compañeros. Con el sacrificio de este equipo, que es maravilloso, he podido disfrutar de todas estas cosas.
– Acabó exhausto.
– Sí, recibí un golpe en la rodilla en los últimos minutos. Cuando acabó la final estaba muy cansado, había soportado mucho estrés.
– ¿Por qué?
– Por todo lo que he vivido en estas últimas semanas en las que tanto se habló de mí… No, no pedí el cambio y le dije al doctor: ‘¡Yo sigo en el campo!’. No pensaba en nada más.
– Recibió muchas patadas de los centrales italianos. Sabía que estaba en el centro de las miradas y no se revolvió en ningún momento.
– No… No pasó nada. Eso es algo normal en el mundo del fútbol. Son cosas que suelen pasar y más en una final como esta. Claro que hay situaciones de mucho roce, pero todas esas cosas deben quedar siempre dentro de la cancha. Y nada más.
– Termina usted su primera temporada en el Barça con 25 goles y eso que empezó a finales de octubre.
– Todo lo que conseguí fue gracias al respaldo de todos mis compañeros. Con la calidad que tenemos en este equipo, con Leo, con Ney, con Andrés… Ellos marcan las diferencias. Y te hacen el fútbol más fácil. Entonces, eso ayuda a que uno pueda jugar mucho más tranquilo.
– ¿Se marcó alguna cifra de goles en particular?
– Había dicho que con 20 goles iba a estar contento. Así que me sobraron cinco, es para estar muy feliz.
(Entrevista: Marcos López – Fuente: El Periódico, Catalunya)