COLOMBIA.- Daniela Maldonado, activista transgénero integra la lista a la Cámara de Representantes por Bogotá del partido de las FARC donde estuvo dando charlas a los excombatientes sobre identidades y orientaciones sexuales diversas.
Antes de integrar la lista para la Cámara de Representantes por la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC ) Daniela Maldonado dirigía la Red Comunitaria Trans (RCT) libró una ardua campaña de divulgación.
Daniela, o Lulú como la conocen en el barrio Santa Fe, tiene 31 años, y es activista por los derechos humanos de las personas trans en el país. Nació en Ibagué (Tolima) pero cuando terminó el colegio huyó a Bogotá, buscando un lugar donde expresar su identidad trans.
Desde muy joven, antes de su acercamiento a las FARC dirigía la Red Comunitaria Trans (RCT)
Fue así que llegó al barrio Santa Fe y sin experiencia laboral y sin otra opción económica para costear su nueva identidad terminó ejerciendo la prostitución. En ese escenario, y luego de estar vinculada a otras organizaciones, hizo parte de la creación de la Red Comunitaria Trans en 2012, una organización liderada por mujeres trans.
Allí se formó políticamente y fue conocida por la frase: “Nada por nosotras, sin nosotras”.
Su relación con las guerrillas de las FARC empezó hace menos de un año.
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La primera vez que estuvo en un campamento guerrillero fue durante las vigilias de paz, en noviembre de 2016, que se realizaron en diferentes zonas veredales del país, donde las Farc se concentraron para dejar las armas.
En esa ocasión, Maldonado viajó hasta Mesetas, en el Meta, para respaldar el cese al fuego bilateral y el acuerdo de paz que atravesaba una de las crisis más duras, por cuenta del triunfo del No en el plebiscito que refrendaba el documento alcanzado entre el Gobierno y las Farc.
Más adelante, el 14 de febrero de 2017, estuvo en la entonces zona veredal de Icononzo (Tolima) junto a otros compañeros de la red para hablarle a los excombatientes sobre temas de género, diversidad sexual y salud.
Empezó su lucha por el movimiento trasngénero desde hace más de una década.
“Es imprescindible que la sociedad civil haga parte de este proceso y por eso nosotras vinimos aquí” dijo Daniela Maldonado en ese momento.
Llegaron allí por la intermediación de un guerrillero de las Farc preso a quien conocieron durante el trabajo que hace la red en las cárceles de Bogotá por los derechos humanos de las mujeres trans, desde el año 2013.
Los invitaron porque algunos excomandantes de las Farc, como Carlos Antonio Losada, a cargo de las milicias en Bogotá durante años, eran receptivos a que los guerrilleros se formaran en estos temas, porque la mayoría los desconocían o malinterpretaban y reconocían que en la guerrilla, como en la sociedad, hay personas con identidades de género diversas.
En esa ocasión varios excombatientes “escucharon atentos las violencias y la marginación que las personas trans viven por ser distintas; los problemas para seguir estudiando; los líos para conseguir un trabajo distinto a ser prostitutas o peluqueras; el karma que significa acceder al sistema de salud o relacionarse con sus familias.
«Círculos de exclusión que en algo se parecen a la vida clandestina e ilegal que viven los guerrilleros”, contó Guillermo Camacho, cercano al trabajo de la red. (ECHA- Agencias)