Madres de Plaza de Mayo: ni la edad ni el bastón apagan su lucha

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Las emblemáticas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo celebraron este jueves la 38 edición de su «marcha de la resistencia», con la que reclaman la vigencia de su lucha por los derechos humanos, que tiene como origen en la desaparición de sus hijos y nietos durante la última dictadura militar (1976-1983).

«A pesar de los bastones y de las sillas de ruedas, las locas (como las llamaban los militares) seguimos de pie y vamos a seguir estando, ya no estamos solas», explica a Efe Taty Almeida, de 88 años e integrante de la Línea Fundadora de las Madres, una de las dos facciones en las que se dividió la organización a mediados de la década de 1980.

Acompañadas de multitud de personas y miembros de otros organismos de familiares de víctimas del terrorismo de estado, las ancianas fueron una vez más la expectación de la plaza que les da nombre.

Se trata del mismo lugar en el que en 1977, frente a la Casa Rosada, empezaron a juntarse para reclamar a la dictadura conocer el paradero de sus hijos, casi todos militantes políticos u opositores al régimen que fueron secuestrados, torturados y la mayoría tirados con vida al mar.

«Esta plaza es simbólica. Es el lugar nuestro. Lo han cambiado, lo han hermoseado, entre comillas, pero si hubiera vallas las tiraríamos abajo para estar acá presentes», expresó por su parte la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Si bien la «marcha de la resistencia» -rodeada de diversas actividades y durante varias horas- es anual desde 1981, las Madres no han cesado de celebrar cada jueves, desde hace 41 años y alrededor de la Pirámide de Mayo, las rondas que las unieron, con las que siguen recordando a sus seres queridos y reivindican que se siga haciendo justicia por ellos.

De Carlotto deja claro que esta lucha significa «tener memoria, obtener justicia y que la verdad absoluta se sepa», ya que aunque los juicios a los represores han avanzado, se sigue sin saber el paradero de los cuerpos de sus hijos.

«La memoria a veces quieren borrarla y depende del Gobierno de turno. Pero este ultimo es tremendo en cuanto a que quiere hablar de un futuro, no de un pasado. Nos ofenden desvirtuando el número de desaparecidos o diciendo que los nietos lo sacamos de una galera», lamenta.

Durante el régimen de facto se registraron 8.754 casos de desapariciones denunciados formalmente, mientras que los que no fueron denunciados suman 785 víctimas, según datos del Gobierno de Mauricio Macri, pero ONG como Madres y Abuelas aseguran que estos ascienden a 30.000.

La abuela de plaza de mayo Buscarita Roa; la madre de plaza de Mayo Nora Cortiñas y la madre Mirta Acuña de Baravalle, participan en la 38 edición de su «marcha de la resistencia» en Buenos Aires (Argentina). Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo reclaman la vigencia de su lucha, iniciada durante la última dictadura militar (1976-1983). EFE/ Rodrigo García

Tras 40 años de intensa lucha y búsqueda que incluye complejos estudios de ADN, Abuelas ha logrado restituir la identidad de 128 de los 500 bebés que se estima fueron arrebatados de sus padres, detenidos y desaparecidos durante el régimen de facto, y entregados a familias ajenas.

«La verdad la estamos obteniendo de a poco, porque ¿dónde están los 300 nietos que faltan? ¿dónde están los centenares de víctimas que han asesinado y las han escondido en el mar o en la tierra?», recuerda De Carlotto.

«Falta muchísimo. Nosotros no vamos a alcanzar a resolver todo. Ya tenemos el relevo, tenemos los nietos, los hijos de los desaparecidos», subraya.

Hoy día, además de mantener viva la memoria de todos ellos, aquellas mujeres, la mayoría nonagenarias, siguen alzando la voz por causas por las que consideran que sus hijos lucharían en la actualidad.

Por ejemplo, este jueves se reivindicó la reapertura de la causa por la desaparición y muerte del joven artesano Santiago Maldonado, que en octubre de 2017 apareció ahogado en un río 78 días después de haber desaparecido en una protesta en el sur argentino que fue reprimida por la policía.

«En estos momentos, vaya si hay que seguir resistiendo. Un Gobierno constitucional donde todos los días y por diferentes motivos se violan los derechos humanos. Cada vez somos más y esa es la rabia que le da a Macri y compañía, de ver que no bajamos los brazos», añade Almeida.

En 1986, Madres de Plaza de Mayo se dividió en dos por problemas internos.

Es así que con el lema «No claudicar. No negociar. No callar. No perdonar. No olvidar. Siempre luchar», la facción dirigida por Hebe de Bonafini realizará su 30 «marcha de la resistencia» la próxima semana, entre el 13 y 14 de diciembre. EFE

 

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