NUEVA YORK.- Más de 100.000 personas participaron hoy en Nueva York en una manifestación para exigir mayores controles en la venta de armas de fuego, en una marcha que buscaba unir la voz de los neoyorquinos a otras protestas convocadas en todo el país.
«Lo que se está viendo ahora es una revolución pacífica para que haya cambios en este país», afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, uno de los asistentes a la manifestación que, según dijo, había contado con la participación de 150.000 personas.
Adultos y menores se unieron en un recorrido en el lado oeste de Central Park, muchos de ellos portando pancartas o cartulinas pidieron el final de la violencia o mayores controles para evitar matanzas como la que hubo en Florida el pasado 14 de febrero.
Ese día, Nikolas Cruz, de 19 años, mató a tiros a 14 estudiantes y tres profesores de la escuela Marjory Stoneman Douglas, una matanza que ha desatado una intensa movilización en Estados Unidos para exigir mayores controles en el uso y venta de armas.
A Nueva York llegaron dos estudiantes de esa escuela, Sam Hendler y Meghan Bonner, para traer el mensaje de los estudiantes que desde poco después del día de los disparos se han movilizado por todo el país para llamar la atención sobre el tema.
«Los adultos nos fallaron, y ahora hay 17 personas muertas», afirmó Bonner desde una tribuna colocada durante el recorrido de la manifestación, donde leyó los nombres de todas las víctimas y pidió un momento de silencio en su honor.
Además del alcalde de Nueva York participó también el gobernador del estado, Andrew Cuomo, quien en declaraciones a los periodistas recordó «el precio que se ha pagado» por permitir la venta de armas sin las restricciones que se están exigiendo.
Cuomo dijo que el gobierno federal debe hacer una «reforma de sentido común» y aseguró que las autoridades no deben temer al fuerte cabildeo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), sino que «debe tener más miedo del pueblo estadounidense».
Entre los participantes de la marcha de Nueva York se encontraba el exintegrante de The Beattles Paul McCartney, acompañado de su esposa, Nancy Shevell, los dos vistiendo camisetas en las que se leía: «Podemos acabar con la violencia armada».
En declaraciones a los periodistas, McCartney recordó que cerca del lugar donde se encontraba murió uno de sus «mejores amigos», aludiendo a John Lennon, asesinado a tiros el 8 de diciembre de 1980 por Mark David Chapman.
La manifestación de Nueva York forma parte de numerosas protestas convocadas este sábado en muchas ciudades del país, aunque la mayor se está celebrando en Washington, con la participación de cerca de medio millón de personas.
EFE