LONDRES.- Más de la mitad de los ciudadanos de la Unión Europea (EU), el 51.5%, considera peligroso el uso de cigarrillos electrónicos, según reveló hoy una encuesta de la revista Tobacco Control.
Entre el 2012 y 2014, la publicación preguntó a una muestra de cerca de 27,00 personas cada año, todas ellas mayores de 15 años y residentes de los países miembros de la Unión, sin contar a Croacia, sobre cuál era su percepción sobre los vaporizadores.
En dos años la proporción de las personas que veían de forma negativa estos dispositivos electrónicos creció casi el doble, a la vez que también aumentó su uso.
El 27% de los encuestados, una de cada cuatro personas, respondió en el 2012 que suponían un riesgo para la salud, mientras que el 2014 esa cifra repuntó hasta el 51.5%.
El dato varió de forma diferente según los países: hace dos años en Hungría el 31% de la muestra se mostró preocupado por los peligros derivados de los cigarrillos electrónicos, frente el 39% del Reino Unido, el 56% de España y al 78% de Holanda.
La investigación, liderada por Filippos Filippidis del Imperial College de Londres, concluyó que un «mejor conocimiento del uso» de estos aparatos dentro de la UE es «necesario» para conocer el «impacto potencial» que puede tener sobre leyes antitabaco y sobre nuevos fumadores.
En cuanto a datos de consumo, la encuesta apuntó que el número de personas que afirmó haber probado alguna vez estos cigarrillos se incrementó del 7.2% el 2012 al 11.6% el 2014.
Hace dos años, uno de cada siete ciudadanos confirmó haber pasado de probar estos vaporizadores a considerarse un consumidor habitual.
Además, los fumadores actuales fueron 23 veces más proclives a indicar que habían probado uno de estos dispositivos, mientras que la probabilidad de los exfumadores de haber vaporeado alguna vez descendía a 6.5 puntos.
Tener entre 18 y 24 años, vivir en una ciudad y poseer estudios superiores mostraron una relación con haber probado alguna vez los cigarrillos electrónicos.
Los investigadores subrayaron que los consumidores de estos aparatos eran tres veces más propensos a haber empezado a inhalar humo de vaporizadores porque creían que les ayudaría a dejar de fumar.