Ya debes estar sintiendo que el invierno se aproxima a pasos agigantados y hay que tomar las previsiones para que las mascotas no sufran en esta estación.
Si hace frío para ti, hace frío para todos. Si tu mascota pasa gran parte de su tiempo en el patio trasero o en el jardín, vas a tener que evaluar si puedes dejarla entrar al menos durante las noches de los meses más fríos (de junio a agosto).
Por mucho que estén recubiertos de pelo, las mascotas sufren mucho con las bajas temperaturas, así que una buena idea es preparar un área de tu casa en la que pueda compartir tu calefacción y compañía.
Si no tienes opción y debe quedarse fuera haz la siguiente prueba: Si te vistieras sólo con un abrigo de piel, ¿podrías sobrevivir cómodo el invierno? La respuesta probablemente es no. Esto también aplica para tu mascota. Así que si no puedes dejarlo dormir dentro durante las noches más heladas, asegúrate que cuente con un refugio seco, abrigado y protegido de la lluvia y el viento.
El frío hace que todos gastemos más energía: requiere más calorías el mantenerse tibio cuando afuera el invierno hace de las suyas. Es por eso que durante este período las mascotas que viven en patios y jardines deben comer un poco más.
Asimismo, agua limpia y fresca es vital para mantener a tu mejor amigo sano. Ojo, no te equivoques. No les des, en el espíritu de ayudarlos a pasar el frío, comidas que no son las habituales, podrías estar haciéndoles daño.
Los animales que viven con nosotros, dentro de nuestros hogares, tienen necesidades distintas. Ellos conservan el calor y la energía durmiendo más durante el invierno.
Los perros y los gatos hacen mucho ejercicio cuando están en el exterior. No es así cuando se quedan cómodos en la cocina o tomando una siesta en un sofá: así que no exageres con las porciones porque nadie quiere una mascota con sobrepeso.
El frío en algunas zonas puede llegar a ser extremo. Y cuando hablamos de mascotas, las áreas que más nos deben preocupar son las orejas, las colas y las patitas. Si tu mascota debe dormir fuera, te recomendamos buscar opciones para evitar que esas zonas sufran daños producto del frío.
El mercado hoy ofrece botas, abrigos y capas especialmente diseñados para cada tipo de mascota y en distintos tamaños.
Además, consulta con tu veterinario por cremas hidratantes y protectoras que pueden ayudarlos a pasar un invierno menos crudo.
Si tu auto y tu mascota comparten el mismo espacio, ten mucho cuidado con los líquidos que pueden filtrar desde el motor. El anticongelante, por alguna extraña razón, es súper delicioso para las mascotas, tanto a perros como gatos.
Sin embargo, es extremadamente venenoso y el más pequeño sorbo puede ser fatal. Si tu mascota comienza a mostrar un comportamiento extraño (como si estuviera borracho) o sufre de convulsiones, llévalo al veterinario de inmediato.
Vigila bien por dónde pasea tu mascota. Cuando llegamos a casa en auto, éste se mantiene caliente por varios minutos después que lo apagamos. Y eso puede resultar especialmente atractivo para perros y gatos que viven en los patios y sufren la dureza del invierno.
Para evitar accidentes, cuando vayas a salir de nuevo levanta el capó de tu auto y revisa que no haya ningún minino tomando una siesta dentro.
Los expertos recomiendan que limites los baños de las mascotas a un mínimo posible durante la temporada fría. Lavarlos demasiado puede terminar por remover los aceites esenciales de su piel, secándola y debilitándola.
Si sientes que una ducha es imprescindible, pídele a tu veterinario que te recomiende un champú para baño en seco hidratante.
No es temporada de corte de pelo. La moda puede esperar, la salud no. Nunca cortes el pelo de tu mascota demasiado durante el invierno. Entre más largo esté, más abrigo brindará a tu mascota. Si tu perro es de esos que tiene el pelo demasiado largo, simplemente recórtalo para evitar que esté siempre mojado cuando sale.
Fuente: Emol.com/Foto: bancodeimagenesgratis.com