Matteo Messina Denaro conocido como “Diabolik” fue una figura aterradora en la historia de la mafia siciliana. Nació el 26 de abril de 1962 en Castelvetrano, Sicilia. Desde joven, siguió los pasos de su padre, un destacado mafioso local, y se integró en la Cosa Nostra, la organización mafiosa siciliana.
Denaro pronto se ganó una reputación por su crueldad y habilidades estratégicas. Se lo consideró el más poderoso de Europa y perteneció a la lista de «Los diez fugitivos más buscados por el FBI» desde 1993 hasta su arresto el 16 de enero de 2023.
Fue uno de los principales organizadores de los atentados con bombas en Roma, Milán y Florencia en 1993, que mataron a 10 personas e hirieron a 93.
Estuvo involucrado en el secuestro y asesinato de un niño, Giuseppe Di Matteo, en 1996, quien fue retenido durante 779 días y finalmente asesinado en un acto de venganza contra su padre, un colaborador de la justicia.
Denaro también estuvo involucrado en el tráfico de drogas y otros actos violentos y criminales.
Para operarse por su grave miopía viajó oculto a una clínica en Barcelona. En 2006, algunos medios italianos aseguraron que Messina Denaro estaba afectado de una insuficiencia renal crónica, que lo había obligado a someterse a diálisis.
En marzo de 2006 se supo que también había salido de Italia para operarse de la próstata en un hospital de Marsella (Francia), en el que se registró con un nombre falso.
Matteo Messina Denaro finamente fue arrestado el 16 de enero de 2023 después de haber estado prófugo durante 30 años. Fue detenido en una clínica privada en Palermo, Sicilia, donde estaba recibiendo tratamiento contra el cáncer de colon bajo un nombre falso.
Su necesidad de tratamiento para su mal llevó a los investigadores a rastrearlo a través del sistema de salud nacional de Italia.
Denaro murió el 25 de septiembre de 2023 en el hospital de la prisión en L’Aquila, Italia. Había estado en coma debido a su enfermedad desde días previos.
Su muerte marcó el fin de una era para la Cosa Nostra, la organización mafiosa siciliana (Foto internet-medios)
¡El crimen no paga!