RÍO DE JANEIRO.- El líder izquierdista francés Jean-Luc Mélenchon visitó este jueves en la celda en la que está preso desde abril del año pasado al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, con quien dijo haber conversado sobre la tendencia mundial de usar a la justicia para perseguir la izquierda.
«Conversamos sobre el ‘Law Fare‘, método de instrumentalización de la justicia para eliminar a un adversario político, en este caso la izquierda», afirmó el líder de La Francia Insumisa (LFI), partido de la izquierda radical francesa, en declaraciones que concedió a periodistas tras su encuentro con Lula en la ciudad de Curitiba.
Mélenchon afirmó que Lula fue la primera víctima, y hasta ahora la más conocida, de este método mundial de aislar a los líderes de la izquierda con procesos y condenas judiciales, en la que también citó como blancos a la expresidenta argentina Cristina Fernández y a él mismo.
«Repasamos los nombres de los políticos que han sido presos injustamente, algunos sin la posibilidad al menos de contar con un abogado. Yo mismo seré procesado políticamente a finales de septiembre», aseguró.
El filósofo y político de 68 años, que obtuvo el 19,6 % de los votos en la primera vuelta de las últimas elecciones presidenciales francesas, en las que ganó Emmanuel Macron, es procesado actualmente por el supuesto uso indebido de recursos del Parlamento Europeo en su campaña presidencial.
«Será un momento triste para mi país debido a que no hay procesados políticos en Francia desde hace muchas décadas, pero quiero que esa vergüenza recaiga sobre Macron. Será un momento triste para mi país», afirmó tras admitir que también puede ser enviado a prisión, castigado con una millonaria multa y declarado inelegible, así como en el caso de Lula.
Aseguró que el objetivo de los gobiernos de derecha es usar a la justicia para librarse de la izquierda y que una de las lecciones que Lula le dio en la conversación que tuvieron este jueves fue precisamente la de no aceptar totalmente los argumentos de las decisiones judiciales.
«No sé cuál será la conclusión del proceso que enfrento, pero el método es el mismo que con Lula: incriminación sin pruebas, procesos irregulares y violación al derecho de la defensa», dijo.
«Varias personalidades del mundo vienen denunciando esa situación en la que, por razones políticas, es posible condenar a alguien sin pruebas», agregó.
Mélenchon agregó que la figura del el emblemático líder socialista brasileño es central en la lucha contra el aprovechamiento político de la justicia no sólo por haber sido la primera víctima sino porque «todo el mundo sabe que está preso por motivos políticos».
Según el líder francés, el caso de Lula, condenado en dos procesos por corrupción y que enfrenta otros ocho casos, es el más emblemático del uso de la justicia en los procesos políticos por tratarse de un claro «montaje» que permitió que se le condenara por hechos indeterminados y sin pruebas.
Agregó que Lula le dio varias recomendaciones sobre cómo enfrentar la persecución judicial que sufre aunque le aclaró que no podía tener muchas esperanzas debido a que, por tratarse de un proceso político, es difícil defenderse y demostrar la inocencia.
Afirmó que, tras 500 días de prisión, encontró a Lula con la misma fuerza de carácter de siempre, «muy fuerte desde todo punto de vista» y con buena salud.
«No está desmoralizado. Él sacudió a sus abogados y les dijo que tienen que resistir y luchar. No es un hombre abatido pese a que no está muy optimista sobre su futuro», afirmó.
Tal pesimismo obedece a que, agregó, «Lula afirma que para liberarlo van a tener que admitir que es inocente y que (sus acusadores) mintieron todo el tiempo, y que no tiene certeza de que los que mintieron tengan coraje para admitirlo».
El exalcalde de Sao Paulo y excandidato presidencial Fernando Haddad, uno de los principales aliados de Lula y que acompañó a Mélenchon en la visita, aseguró a la salida de la prisión que ambos líderes discutieron sobre el lanzamiento de un movimiento para luchar contra la «guerra judicial contra la izquierda que se está expandiendo por todo el mundo».
Con su visita a Lula, el líder de Francia Insumisa puso fin a una gira por Latinoamérica en la que se entrevistó con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; con el expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica en Montevideo y con Cristina Fernández en Buenos Aires.
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