El Día Mundial de la Justicia Social, institucionalizado hace nueve años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es asumida por la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Cultura y Comunicación Social- FELATRACCS– como una valiosa oportunidad para ratificar la firme decisión de seguir luchando en procura de una sociedad que en verdad sea justa, bajo los principios rectores del respeto de la dignidad de la persona humana.
Lo expresó ayer y lo renueva ahora, cuando las y los trabajadores de la región sufren hoy más que nunca, el impacto de la desaceleración del crecimiento económico en el mercado de trabajo y, consecuentemente, se registra un transtorno negativo en los indicadores de empleo, con una declinación perversa en la situación laboral de las mujeres y los jóvenes, que los está condenando a sobrevivir en medio de una creciente informalidad que solamente sirve para una mayor generación de empleos de menor calidad.
A quienes con egoísmo y soberbia muestran ostentación de su poder económico y su poder político, FELATRACCS, les hace presente que ningún trabajador, ninguna trabajadora, cualquiera sea el color de su piel, su pensamiento, su creencia y la tierra que los vio nacer, puede ser instrumentalizado/a para fines ajenos a su pleno desarrollo. Ni su vida, ni la visión de su realidad, ni sus bienes, ni su sensibilidad por el prójimo, deben ser sometidos a injustas restricciones en el ejercicio de sus derechos y de su libertad.
FELATRACCS tiene, en tal sentido, una posición indeclinable y por eso comparte el mismo sentimiento de toda la clase trabajadora, enarbolando los postulados de lucha contra la pobreza, la promoción del empleo digno y decente, la equidad de género, el acceso a la seguridad social y a la justicia. Se adhiere, uniendo fuerzas y voluntades de otros sectores de la producción, el comercio y los servicios, para forjar el camino firme de nuestras utopías, aquel que conduce hacia la conquista de los auténticos cambios sociales, efectivos y duraderos, sin explotados ni explotadores, aquellos que están fundados sobre una transformación decidida de la vida social, a partir de las personas y en referencia a ellas.
No duda, además, que más temprano que tarde, llegará aquel día de la gran celebración de la justicia social. Es una deuda que tiene la sociedad mundial con los trabajadores. Y ante esa perspectiva, llama a la clase trabajadora para que asuma los desafíos que tienen que ver con las formas de organización sindical, con la conformación de centros estratégicos de acción sindical, con la rearticulación del movimiento de los trabajadores ante las transformaciones de los mercados de trabajo y, en términos generales, ante el empoderamiento de un sistema político-económico que se sustenta en el materialismo y el individualismo. Las consecuencias están a la mano: más pobreza, más exclusión, más explotación. El hombre se ha convertido en lobo para el hombre, el más débil es aplastado por el más fuerte, Se ha impuesto brutalmente la ley de la selva.
Roberto Mejía Alarcón
Presidente Felatraccs