BARCELONA.- El futbolista argentino Lionel Messi y su padre, Jorge Horacio Messi, que han declarado hoy en la Audiencia de Barcelona acusados de tres delitos contra la Hacienda Pública, han responsabilizado a sus asesores legales de la defraudación fiscal.
«Yo sólo jugaba a fútbol. Firmaba los contratos porque confiaba en mi papá y en los abogados que habíamos decidido que nos llevaran las cosas», ha declarado el jugador del Barcelona ante el tribunal.
«Me dijeron que todo era legal, que todo estaba bien», ha testificado Jorge Horacio Messi, aun más gráfico cuando, a una pregunta de la fiscal, ha descrito cuáles son sus conocimientos sobre derecho tributario: «Yo, de aspectos contables no entiendo, para mí es chino básico».
La Abogacía del Estado pide para Leo Messi y su padre 22 meses de prisión por haber defraudado 4.1 millones de euros de los beneficios recaudados con los derechos de imagen del futbolista durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009.
Por el contrario, la Fiscalía solicita que se archive la causa para el jugador del Barcelona y que se condene a Jorge Horacio Messi a 18 meses de prisión por tres delitos contra la Hacienda Pública, porque en su opinión el jugador no tuvo conocimiento del fraude perpetrado por su padre y representante.
Ambos han llegado al Palacio de Justicia de la capital catalana a las 10.15 horas, elegantemente vestidos, en una puesta en escena que ha estado rodeada de una enorme espectación mediática y de fuertes medidas de seguridad.
Lo han hecho, además, acompañados de Rodrigo Messi, hermano e hijo de los acusados, y de empleados y miembros de seguridad del FC Barcelona, que no han querido dejar solo al astro argentino.
Ya en la vista oral, Messi y su padre han tenido que soportar más de dos horas y media de pruebas periciales, antes de poder dar su versión de los hechos ante el tribunal.
El futbolista ha escuchado entre bostezos y evidentes gestos de incomodidad y tedio cómo tres inspectores de Hacienda detallaban la estructura societaria que supuestamente crearon los acusados para defraudar al fisco.
La primera de estas sociedades es Jenbril, creada en marzo de 2007 en Uruguay para gestionar los derechos de imagen del jugador. Leo Messi ha dicho desconocer que careciera de actividad y también que había sido socio administrador de la misma.
«No la conocía. Nunca pregunté a mi padre por esos temas. Firmaba los contratos, porque confiaba en mi papá y porque los abogados decían que debía hacerse de esa manera», ha insistido. Las otras dos sociedades instrumentales eran Sidefloor, radicada en Reino Unido, y Tubal, con domicilio fiscal en Suiza.
Ninguno de los acusados ha querido responder a las preguntas del abogado del Estado, y solo han atendido al interrogatorio del ministerio fiscal y de los abogados defensores.
Jorge Horacio Messi ha explicado cómo contactó con Juárez Veciana Abogados, después de que su socio por aquel entonces, Rodolfo Schinocca, supuestamente se quedara los dos primeros pagos del contrato que su hijo había firmado con Adidas, a través de una sociedad radicada en Belize.
«Eso fue tras el Mundial 2006. Le dije a Ángel Juárez -socio fundador del bufete- que nos estaban robando. Lo único que les pedí fue que nos cuidara el patrimonio de alguna manera».
A partir de ahí, se creó Jenbril y se utilizaron las otras dos empresas para pagar menos impuestos: «Me dijeron que los derechos de imagen debían estar protegidos en una sociedad que fuera solamente de Leo para que nadie entrara en eso. La estructura societaria la armó Juárez y, si lo hicieron, es porque se debía poder hacer».
Jorge Horacio Messi ha subrayado que «Lionel no sabía nada de esta estructura» y que él también se desentendió del ‘modus operandi’ del bufete para gestionar los derechos de imagen de su hijo. «Yo sabía que al final del año algo se pagaba, pero no sabía ni dónde ni cuándo», ha apuntado.
Lionel Messi, por su parte, ha dejado claro que él «nunca» tuvo una entrevista con los abogados de este despacho para que le explicaran cómo gestionaban sus derechos de imagen ni cuáles eran sus obligaciones tributarias.
Ni siquiera con Ángel Juárez: «Si lo vi dos veces en mi vida, fue mucho. Creo que sería con ocasión de algún contrato que me tocó firmar», ha asegurado.
Con la declaración de los dos acusados ha acabado la tercera jornada del juicio, que finalizará mañana con los informes finales y las conclusiones y quedar listo para sentencia.
EFE