CIUDAD DE MÉXICO.- Un conjunto de 43 esculturas de “hormigas gigantes” invaden el Paseo de la Reforma de Ciudad de México e indican el camino hacia la primera edición del Festival de Flores y Jardines (FYJA), a celebrarse en el Jardín Botánico de Chapultepec hasta el 30 de abril.
La directora del FYJA, Patricia Elías, explicó a Efe que diferentes artistas, paisajistas y arquitectos intervendrán 17 espacios del Jardín Botánico.
Además, habrá una exposición de 16 arreglos florales monumentales, una muestra de arte de material orgánico y una pequeña exposición de bonsáis.
El festival, que incluye talleres sobre el medio ambiente y un mercado de artículos de jardinería, pretende rehabilitar el Jardín Botánico -ya que las intervenciones en este espacio permanecerán después del FYJA- y sensibilizar a los visitantes con el medio ambiente e instar a que se involucren, agregó.
Por otro lado, la directora dijo que uno de los objetivos del desfile de hormigas gigantes es acercar estos insectos a la población: «Son polinizadoras, los túneles que hacen bajo la tierra permiten que entre aire y agua a las plantas y se comen a otras insectos como los pulgones».
Las hormigas, que miden 1.30 metros de alto y 2 metros de largo, fueron decoradas por los artistas florales Alberto Arango y Fernando Baeza, quienes utilizaron más de 13,000 plantas, entre dianthus y brassica, además de amaranto, fibra óptica, filodendros, musgo y fibra de coco.
Las hormigas «hacen puentes entre ellas» para llegar a su objetivo, indicó Elías, mientras que Baeza destacó que estas, al igual que los mexicanos, «saben defenderse» y «trabajar por un fin común».
«Los mexicanos podríamos saltar muros, saltar el charco a otro continente», dijo a Efe este artista oriundo de Ciudad de México que tiene un estudio de diseño floral por el mercado de Jamaica y ha trabajado en Guatemala, Honduras y Costa Rica.
Para Baeza, el desfile de hormigas gigantes busca que los mexicanos «tengan contacto con las flores», tranquilice un poco el tráfico y haga «el viaje más ligero».
La diseñadora gráfica y profesora de Artes Visuales Thalía Pacheco, quien acudió expresamente al Paseo de la Reforma para ver las esculturas, consideró «muy interesante que estuvieran elaboradas por jardineros y artesanos».
Confesó que temía por la seguridad de las esculturas «porque mucha gente no valora el arte y nunca va a faltar el grafitero que va a atreverse a grabarlas», pero a la vez celebró que iniciativas como estas enseñen «al pueblo mexicano un poco de arte».
Estas 43 hormigas no hubieran sido posible sin las manos del maestro Erasmo Cuevas, un artesano de 57 años natural de central estado de Puebla que lleva casi toda su vida en Santa Catarina del Monte (Texcoco).
Erasmo contó a Efe que desde hace 30 años elabora grandes esculturas, sobre todo con motivos navideños y formas animales.
Explicó que las hormigas tienen una estructura elaborada por un herrero, ya que el material utilizado para forrarlas «no es tan fuerte como para que pueda mantenerla».
Dijo que contó con el apoyo de su familia, que le ayudó a perfeccionar cada de ellas, así como de cuatro artesanos más para terminar la tarea en 21 días.
Pese a que tiene las manos desgastadas de trabajar con el alambre, Erasmo resaltó que cuida mucho su trabajo y dijo estar feliz por las reacciones del público hacia sus hormigas, que estarán en Reforma hasta finales de abril.
El 20 de abril, adelantó, llegará un inquilino más, un chapulín de dos metros de largo por 1.5 metros de alto y cuyas patas medirán más de dos metros.