El presidente azteca, Enrique Peña Nieto, plagió cerca del 29% de su tesis universitaria para obtener su licenciatura en Derecho cuando tenía 25 años, de acuerdo a una investigación periodística de Aristegui Noticias divulgada este lunes.
El informe señala que casi el 29% del contenido del texto de Peña Nieto, presentado en 1991 para conseguir su título por la Universidad Panamericana, fue «robado de obras de otros autores».
Es decir, 197 de sus 682 párrafos provienen de textos de, al menos, una decena de autores a los que el presidente no cita o ni siquiera menciona en la bibliografía del trabajo, añade.
El reportaje compara los fragmentos de la tesis, titulada El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, con obras del historiador Enrique Krauze o la académica de la Universidad de Nuevo México, Linda Hall, entre otras personalidades.
Por su parte, la Universidad Panamericana, afirmó este lunes en su comunicado que la Facultad de Derecho revisará las acusaciones sobre el supuesto plagio, “mediante procedimientos para que los procesos de titulación cumplan con los requisitos previstos en la normatividad avalada de las autoridades correspondientes»
Los periodistas descubrieron párrafos idénticos que Peña Nieto no entrecomilló, según la investigación.
Subraya de manera especial el plagio que el presidente realizó con uno de sus predecesores, Miguel de la Madrid, a quien copió, sin citar, veinte párrafos, asegura el equipo de Aristegui.
Tras la salida a la luz de la investigación, el portavoz de la Presidencia de México, Eduardo Sánchez, emitió un comunicado en el que aseguró que Peña Nieto «cumplió con los requisitos establecidos por la Universidad Panamericana para titularse como abogado».
«Por lo visto errores de estilo como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que incluyó en la bibliografía son, dos décadas y media después, materia de interés periodístico», agregó el portavoz.
El artículo 114 de la Universidad Panamericana indica que está prohibido «copiar, dejarse copiar, vender o comprar calificaciones, violentar derechos de autor o realizar cualquier otro comportamiento deshonesto o contrario a la ética profesional o académica», y que esta conducta «será considerada como grave». (ECHA – Agencias)