MÉXICO.- El arzobispo primado de México, Norberto Rivera, ratificó hoy su obediencia al Papa Francisco ante los rumores malévolos sobre una ruptura, surgidos a raíz de un editorial del semanario Desde la fe que cuestionó declaraciones formuladas por el pontífice durante su reciente visita al país.
Al celebrar la misa crismal en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México, y ante sacerdotes, religiosos y fieles, Rivera salió al paso de las especulaciones sobre un posible distanciamiento entre él y el Papa derivadas del editorial, publicado a principios de marzo por el semanario de la Arquidiócesis Primada de México.
«Ante los rumores malintencionados de algunos que quieren ver una ruptura de un servidor o de nuestra Arquidiócesis con el santo padre, quiero dejar bien claro, delante de ustedes, mi presbiterio y el pueblo de Dios que, para con el papa Francisco hay perfecta comunión, respeto y obediencia», dijo el cardenal.
Además, añadió, «hay sincero cariño y amistad».
«Y queremos que sepa, santo padre, que usted está en nuestra oración y nuestro corazón, y que el pueblo de México le será siempre fiel», enfatizó.
Respecto del editorial, dijo que desde que inició su labor episcopal siempre ha defendido la libertad de expresión, y así seguirá siendo en la Arquidiócesis.
Asimismo, confirmó en sus cargos a los colaboradores del semanario «porque es el periódico de la Arquidiócesis de México», y no del arzobispo. «Los que piensan que el arzobispo es la Iglesia, se les paró el reloj hace 50 años», dijo.
A principios de marzo, Desde la fe se preguntó en un editorial si las palabras que el papa Francisco pronunció durante una reunión con los obispos del país en el marco de su visita, que fueron interpretadas como un regaño, respondieron a «un mal consejo de alguien cercano a él».
«Si tienen que pelearse, peléense. Si tienen que decirse cosas, díganlas. Pero como hombres, en la cara», les dijo el papa a los obispos en el encuentro que tuvo con ellos en la capital mexicana el pasado 13 de febrero.
Allí, el pontífice añadió que no se necesitan «príncipes», sino testigos de Dios.
El «histrionismo mediático» desencadenó la repercusión del llamado a «pelear como hombres», el cual fue tomado «como un fuerte regaño a los pastores», sostuvo el semanario.
Añadió que «lamentablemente, existe la mano de la discordia que intentó poner los acentos negativos, parcializando la visión de Iglesia» y subrayando los «desafíos y tentaciones» como males del episcopado, cuando «no es así».
«¿O será que las palabras improvisadas del Santo Padre responderían a un mal consejo de alguien cercano a él? ¿Quién malaconsejó al Papa?», concluyó.