CIUDAD DE MÉXICO.- Poco más de dos millones de peregrinos han llegado durante las últimas horas a Ciudad de México para honrar, como cada 12 de diciembre, a la Virgen de Guadalupe, informó hoy la responsable capitalina de Protección Civil, Myriam Urzúa.
El recinto de la Basílica de Santa María de Guadalupe, en el norte de la capital mexicana, y sus alrededores ya comienzan a estar abarrotados de personas venidas de distintos puntos del país y del extranjero para agradecer y pedir favores a la Virgen Morena.
Las autoridades capitalinas han desplegado un operativo de 350 policías para garantizar el orden en las inmediaciones de este importante punto de peregrinación, así como equipos sanitarios, psicólogos y una carpa de denuncia de personas desaparecidas.
Además, han hecho un llamado a los peregrinos para que tengan especial atención en los niños y ancianos que los acompañen, lleven identificación en las aglomeraciones y datos de contacto de sus familiares.
Cientos de personas llegan a las inmediaciones de la Basílica de Santa María de Guadalupe hoy, en Ciudad de México (México). Poco más de dos millones de peregrinos han llegado durante las últimas horas a Ciudad de México para honrar, como cada 12 de diciembre, a la Virgen de la Guadalupe. EFE/Sáshenka Gutiérrez
En entrevista con Milenio Televisión, Myriam Urzúa informó que el gobierno capitalino estudiará cerrar los accesos al recinto de la Basílica si se desborda de gente.
También explicó que de momento han sido atendidas 385 personas por problemas médicos y se han recogido unas 3.200 toneladas de basura.
Paralelamente, vecinos de Ciudad de México se organizan para entregar comida y botellas de agua de forma gratuita a los feligreses, muchos de los cuales caminan cientos de kilómetros hasta llegar al santuario.
Como ha ocurrido en otras ocasiones, la venta de alcohol en los alrededores de la Basílica está prohibida durante esta festividad, que conmemora la aparición de la Guadalupana en 1531 al indígena Juan Diego, quien fue canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.
EFE