MÉXICO.- Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han creado Rehidrafresh, una bebida rehidratante especial para diabéticos con el fin de que las personas con altos niveles de glucosa en la sangre puedan recuperar electrolitos perdidos a causa del sudor o la micción.
La bebida está elaborada «a base de extractos de jamaica, fresa y moringa, planta de origen hindú con propiedades hipoglucemiantes que ayudan a regular el nivel de glucosa en la sangre», informó hoy el IPN en un comunicado.
Además, se le agrega una cantidad precisa de minerales como potasio, sodio, calcio, magnesio y cloruros.
«La jamaica y las fresas poseen antioxidantes que ayudan a bloquear el efecto de los radicales libres», y contienen ácidos orgánicos como el salicílico, el málico y el oxálico, con propiedades antioxidantes, detalló.
Sus creadores son los estudiantes Elliot Botello Monsiváis, Verónica Fernanda Guillermo Daza, Itati Leticia Gutiérrez Arteaga, Miguel Ángel Olivos Ramírez y Elide Sánchez Márquez.
Los jóvenes indicaron que aunque «existen bebidas isotónicas o sueros para reponer los electrolitos», esos productos no son aptos para los diabéticos.
Al contener cantidades ingentes de minerales ajustadas para quienes requieren alto rendimiento físico, pueden producir en los diabéticos un desequilibrio osmolar (de los líquidos del cuerpo).
El refrigerio, nacido en una planta piloto de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, no presenta aditivos, colorantes ni tampoco saborizantes artificiales.
El INP observó que aunque la bebida fue diseñada para personas diabéticas, «el público general puede consumirla por su equilibrado contenido de sales minerales».
Rehidrafresh, «por ser un producto innovador», tendrá fines comerciales y se postulará próximamente al Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica del IPN para constituir una microempresa y comercializarse.
En noviembre del 2016 México declaró emergencia epidemiológica por diabetes, una enfermedad que provocó 98,450 muertes durante el 2015.
Según datos de 2012, el 9.2% de los adultos (7.2 millones de personas) eran diabéticos, pero solo una cuarta parte recibía un adecuado seguimiento.
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