En un operativo que involucró a agentes del FBI, la policía federal azteca y personal diplomático, se rescató a una madre y sus dos hijos en una pequeña comunidad, después de una huida de 4.000 kilómetros, secuestrados por la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor.
Este rescate es la trama del último escándalo de la secta Lev Tahor, fundada en Israel, desterrada de Estados Unidos, fugada de Canadá y asentada recientemente en México y Guatemala, cuyos entretelones recién se dieron a conocer.
El peregrinaje del culto, que no supera los 500 miembros activos, ha dejado a lo largo de 40 años un rastro de acusaciones por matrimonios forzados, tratos humillantes y abuso infantil.
La cúpula del clan enfrenta ahora una pena que puede alcanzar la cadena perpetua ante la justicia de Estados Unidos.
Todo comenzó como una gran conspiración. Sara —hija de Shlomo Helbrans, el difunto fundador de la secta y hermana del nuevo líder, Nachman Helbrans— no pudo más y se fue con sus seis hijos en un viaje sin retorno de Guatemala hasta Nueva York.
Se estableció en Woodridge, una localidad de 12.000 personas que está unos 140 kilómetros al norte de Manhattan. Seis semanas más tarde, su hija Yante y su hijo Chaim desaparecieron. Los hermanos salieron de casa en la madrugada del 8 de diciembre, caminaron unos metros y se subieron a un coche.
Se les consiguió ropa secular, coches de alquiler, pasajes de avión, móviles de prepago, pasaportes para pasar los controles de migración.
Agradeciendo su apoyo #AlertaAmberMx informa que el adolescente CHAIM TELLER de 12 años de edad, ya fue LOCALIZADO. pic.twitter.com/BMcMqfSCoy
— Alerta AMBER México (@AAMBER_mx) December 28, 2018
Como parte del plan, deshilvanado por la fiscalía de Nueva York, el rabino Helbrans sustituyó la clásica vestimenta de los judíos jasídicos que llevaban los niños.
Siempre según el informe de los fiscales, el líder del culto cambió la kipá de Chaim por una gorra de Superman y su abrigo negro por una sudadera gris, de acuerdo con las cámaras de seguridad del aeropuerto de Scranton en Pensilvania. Dos días más tarde, agentes del FBI ya habían identificado al niño en un hotel de Ciudad de México.
Desde Estados Unidos, Aron Rosner, otro de los conspiradores, se encargaba de organizar todos los gastos. Tres días más tarde fue detenido a bordo de un vehículo alquilado para facilitar el secuestro. Su hijo Jacob se encargó de comprar la ropa «gentil».
Los hermanos fueron rescatados el 28 de diciembre en un hotel de Tenango del Aire, 40 kilómetros al sur de la capital mexicana. Los niños recibieron atención psicológica y fueron devueltos a su madre días más tarde, según un comunicado de la Procuraduría (fiscalía) General de la República.
Nachman Helbrans, Mayer Rosner y Jacob Rosner fueron deportados de México y arrestados apenas pusieron pie en Estados Unidos. Los cuatro acusados aún esperan ser llevados a juicio. (ECHA. Agencias)