Con el México 1-0 a Alemania, la actual campeona del mundo, duele menos la derrota peruana ante Dinamarca en el doloroso partido del debut del equipo bicolor tras regresar a la escena mundialista después de 36 años.
Sirve como ungüento sobre la herida. Los teutones escogieron la ruta del gol pero la pelota no ingresó en el arco de Guillermo ‘Memo’ Ochoa y ahí está, el equipo azteca se dio el gusto de ganarle al poderoso once alemán.
Con la derrota Alemania no es un equipo mediocre, tiene intacta la estructura del equipo que cuatro años atrás lograra el título con la inclusión de una goleada histórica sobre Brasil por 7-1.
México, como dicen los aztecas tuvo un desempeño padre, para zurrarse con un triunfo ante Alemania cuando las apuestas daban a la formación germana un amplio favoritismo.
Pero con la misma fórmula aplicada a la derrota peruana, los partidos se ganan con goles y México mediante Hirving ‘Chuky’ Lozano en el minuto 35 venció al gigante Nauer, el compacto guardavalla de la Deutsche.
O sea que en este Mundial de Rusia 2018 el que pestañea pierde, se queda sin nada si el gol no marca la diferencia por más que se juegue bien, con mucho fútbol y pocos goles.
México en el estadio de Luzhnikí consiguió tal vez una irrepetible escena. Ganó a un intocable, se dio el gusto de tumbarse al equipo que en 7 mundiales anteriores jamás empezó perdiendo.
El presente alemán pasa ahora por ganar a Suecia y Corea del Sur por el Grupo F. Una empresa manejable porque el equipo de Joachim Löw debe pasar a la siguiente ronda de octavos.
Pero queda esa mancha imborrable en el que México se zurró con el campeón del mundo. (Hugo Laredo Medina).