Miles de israelíes de izquierda y derecha protestan contra la corrupción

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JERUSALÉN.- Miles de israelíes participaron hoy en protestas contra la corrupción en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén, donde se reclamaron medidas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Unas quinientas personas secundaron la manifestación de Jerusalén, que tenía la particularidad de haber sido convocada por grupos de derecha, mientras que en Tel Aviv se han repetido estas concentraciones contra la corrupción cada sábado desde hace cuatro semanas, según informó el diario Haaretz.

En las concentraciones se pide la dimisión del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sospechoso en dos casos de corrupción.

Estas últimas, conocidas como «La Marcha de la Vergüenza«, han sido organizadas por los líderes sociales que durante meses llamaban a una manifestación semanal anticorrupción cerca de la casa del fiscal general del Estado, Avijai Mandelblit, al que acusan de no tramitar con celeridad los casos en que supuestamente está involucrado el jefe del gobierno israelí.

En otras ciudades como Haifa, al norte del país, también se registraron concentraciones.

«¡No izquierdista, no de derechas, sino honesto!, decían algunas de las pancartas vistas en Tel Aviv.

En Jerusalén, se leía «la Policía y el Ejército nos pertenecen» o «Merecemos políticos limpios«, mientras que los manifestantes coreaban que «sin profesionalidad no hay estado» en la primera protesta de este tipo en la que participan votantes del derechista Likud, dirigido por Netanyahu, señala Haaretz.

El diario apunta a que se espera una segunda manifestación esta noche en la Ciudad Santa convocada por simpatizantes del primer ministro.

El dirigente es considerado sospechoso por la Policía en dos asuntos de corrupción, conocidos como caso 1000 y 2000, en los que se investiga si recibió favores de empresarios israelíes a cambio de favorecer sus intereses y si negoció con un medio de información legislar en contra de su rival a cambio de una cobertura favorable.

El primer ministro ha negado reiteradamente que haya hecho nada ilegal.

Esta semana, el jefe de la coalición gubernamental, David Bitan, presentó su dimisión por la investigación policial abierta sobre él por una presunta implicación en otro caso de corrupción cuando era teniente de alcalde de Rishon Lezion, al sur de Tel Aviv.

Bitan ha sido sustituido por David Amsalem, impulsor del polémico proyecto de ley de las «recomendaciones» que pretendía impedir que la policía pueda hacer recomendaciones a la Fiscalía tras llevar a cabo una investigación en casos que involucren a altos cargos -a no ser que ésta se lo requiera específicamente- y que, de hacerse, estas no se difundieran.

Precisamente esta ley impulsó las multitudinarias protestas contra la corrupción gubernamental en Tel Aviv, que llevaron a Netanyahu a ordenar reformar la propuesta para que esta no se aplique en su caso.

Hoy Amsalem aseguró que «un primer ministro que es acusado de aceptar sobornos no puede seguir siendo primer ministro», aunque descartó que este sea el caso de Netanyahu, dijo el diario Times of Israel.

EFE/Foto: enlacejudío.com

 

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