JERUSALÉN.- Miles de personas protestaron hoy de nuevo contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, por su gestión de la pandemia y la corrupción que le envuelve, en manifestaciones ya habituales durante el sábado registradas alrededor de Israel.
Hubo movilizaciones en intersecciones, puentes y localidades de distintos puntos del país, y la más concurrida fue ante la residencia oficial del jefe de Gobierno en Jerusalén, donde entre 10.000 y 15.000 manifestantes pidieron su dimisión.
Este lugar se ha convertido en el epicentro de las protestas, y la de hoy fue probablemente la más multitudinaria que hubo hasta ahora, según medios locales.
El malestar popular por el impacto de la segunda ola de COVID-19 y la crisis económica derivada de ello ha aumentado en gran medida y ha generado un ciclo creciente de movilizaciones que congrega cada vez a más gente.
Las manifestaciones se suceden casi cada día, y en muchas asisten jóvenes e incluso familias con niños, que también se dejaron ver hoy en Jerusalén.
Algunas protestas de las últimas semanas acabaron en tensión y disturbios con la Policía, lo que causó polémica entre activistas que acusaron a los agentes policiales de abuso de la fuerza.
En otras ocasiones también se registraron agresiones por parte de grupos de extrema derecha o simpatizantes de Netanyahu, lo que llevó al primer ministro a condenar la violencia de cualquier bando, aunque ha calificado a los manifestantes de «anarquistas» y les ha acusado de intentar «pisotear la democracia».
La situación económica del país ha empeorado mucho desde el inicio de la pandemia: más de 850.000 personas están sin trabajar, y el paro es del 21% -muy alto en comparación con el 3,3% de febrero-.
Israel superó su primera fase más crítica con un impacto moderado, pero este segundo rebrote -con muchos más contagios- ha profundizado el descontento.
La pandemia sigue sin estar controlada, y se mantiene a un ritmo de unas 1.700 infecciones diarias, unas cifras aún preocupantes que podrían obligar a las autoridades a volver a duras medidas de cierre en las próximas semanas si los casos no se reducen a cientos. EFE