JERUSALÉN.- El empresario millonario Arnon Miljan testificó que los regalos que envió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a su mujer, Sara, no eran regalos entre amigos como aseguran estos sino exigencias de los Netanyahu, informaron hoy medios israelíes.
Con el avance de las investigaciones del Caso 1000, relativo a regalos de personas pudientes a la pareja, las declaraciones de los involucrados apuntan que los Netanyahu pedían y recibían regalos valorados en miles de euros por parte de empresarios como el productor de Hollywood Arnon Miljan y el australiano James Packer.
Netanyahu y su mujer han insistido en repetidas ocasiones que se trataban de regalos «entre amigos», pero el testimonio de Miljan a los investigadores en Londres, que se filtró hoy a los medios locales, indica otro tipo de relación.
«Di instrucciones de darles lo que quisieran», declaró Miljan a los investigadores, recoge hoy el diario Yedioth Ajronot.
La declaración de Miljan se vio reforzada por el testimonio de Hadás Klein, que fue asistente personal tanto de Miljan como de Packer, y que era la encargada de hacer llegar los productos a la residencia del primer ministro.
«La compra del champán no se hacía a instancias de Miljan o Packer, siempre fue iniciativa de los Netanyahu. Sara pedía botellas, (…) seis o doce botellas de champán. Bibi pedía puros y conocía las cantidades de champán que su mujer recibía. El conductor de la empresa hacía viajes especiales a Jerusalén para llevar los puros y el champán», reveló Klein en su testimonio que fue difundido anoche en el Canal 2 de televisión.
La semana pasada el abogado de Netanyahu, Jacob Weinroth, confirmó que había dado autorización a Sara para recibir de Miljan joyas como obsequio y que ella había exigido al empresario que completase un set del que recibió una sola pieza.
La secretaria Klein dio detalles de la complicada relación: «Sara tenía miedo de ser grabada. Cada vez que quería pedir algo solicitaba hablar por un teléfono fijo o encontrarnos cara a cara. En diversas ocasiones me gritó a cuento de los regalos».
Klein añadió que Miljan y Packer se dividían el precio de los regalos y que no lo hacían esperando algo específico a cambio, una cuestión clave.
Si los investigadores prueban que Netanyahu promocionó los intereses de los empresarios a cambio de regalos, podría ser procesado por fraude, aceptación de soborno y ruptura de confianza.
Contactada por Efe, la Oficina del Primer Ministro declinó comentar estas informaciones.
«La plaga de las noticias falsas continua (…). Lo que se atribuye al primer ministro y a su mujer no es cierto. Actuaron de acuerdo a la ley, por lo que no habrá nada», señaló el jefe del gobierno en su página de Facebook, en un mensaje en el que añadía que, «más allá de esto, no tenemos intención de comentar los detalles de estas informaciones falsas».
Por otro lado, la Fiscalía anunció anoche que llamará en enero a Sara Netanyahu a una vista en el caso que estudia los gastos de la residencia oficial y la Autoridad de Valores de Israel ha pedido al Tribunal Supremo que inste a la Fiscalía a explicar por qué no investiga a Netanyahu en el caso de un posible fraude en el gigante tecnológico israelí Bezeq, informó hoy el digital Times of Israel.
EFE/Foto: al-monitor.com