Ministro israelí dimite en protesta por la limitación a las manifestaciones

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JERUSALÉN.- El ministro de Turismo israelí, Asaf Zamir, del partido Azul y Blanco, dimitió hoy en protesta por la restricción de las manifestaciones en el país, aprobada por el Gobierno y que afecta sobre todo a las protestas contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

«Hoy me reuní con (el titular de Defensa y primer ministro alterno) Beny Gantz y le informé de mi dimisión. No puedo seguir sentado en un Gobierno cuando no tengo un ápice de confianza en la persona que lo encabeza», escribió el ahora exministro en sus redes sociales.

Zamir explicó que siempre ha pensado que podía influir al Ejecutivo de unidad formado con el Likud de Netanyahu y sus socios conservadores y religiosos, desde dentro, incluso pagando el precio de sufrir la crítica del público, pero argumentó que ya no siente que sea posible.

«Tras cuatro meses y medio como miembro del Gobierno, tristemente he llegado a la conclusión de que la crisis y sus terribles consecuencias, como mucho, están en segundo lugar en las prioridades del primer ministro. Las consideraciones legales y personales son las que están en primer lugar», acusó, en referencia a los casos de corrupción que enfrenta el jefe del Gobierno.

Lamentó que no se haya aprobado un presupuesto para este año y que «nadie está preparando el del próximo año» y denunció que en las reuniones del Gabinete no se traten los problemas reales de los israelíes y se debata solo sobre intereses personales.

«Netanyahu no tiene capacidad para rescatar al país de la profunda crisis que sufre. Él nos ha metido en ella. Él es el principal responsable de la crisis social, económica y sanitaria que nos amenaza a todos», acusa.

Su conciencia, afirma, no le permite formar parte de un Gobierno «que impide de facto las protestas contra su primer ministro, que hace todo para pararlas, incluso a costa de herir de muerte a los pequeños negocios y a decenas de miles de personas que tienen en ellos su fuente de vida».

Israel aprobó esta semana limitar las manifestaciones a un máximo de dos mil personas, en grupos de veinte y que no se encuentren a más de un kilómetro de sus residencias, una polémica decisión argumentada con la necesidad de reducir los contagios de coronavirus, que limitará el clamor en las calles que cada sábado pide la dimisión de Netanyahu desde hace cuatro meses.

El Likud acusó a Zamir de dimitir «solo para ganar votos en las elecciones locales de Tel Aviv» y dijo que él «es quien hace política pequeña mientras el primer ministro lucha contra reloj para salvar las vidas y la fuente de vida de los ciudadanos israelíes».

Azul y Blanco, señala, «debe decidir si trabaja por la unidad en el Gobierno que lucha contra el coronavirus o si continuará creando el caos en el Gobierno».

El jefe de la oposición, Yair Lapid, por su parte, dijo que la dimisión de Zamir acusa a todos los que mantienen el Gobierno y cuestionó a Gantz y al ministro de Exteriores, Gabi Ashkenazi, los dos líderes principales de Azul y Blanco, a quienes dijo: «No estáis sirviendo al estado de Israel, estáis sirviendo a Netanyahu: es hora de dimitir». EFE

 

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