Los establecimientos de salud del Ministerio de Salud (Minsa) atendieron 199 991 casos de mujeres sobrevivientes a la violencia de género durante el 2023, cifra que representa un incremento de 11 % con relación al año anterior, donde se registraron 178 323 casos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia de pareja es una de las formas más comunes de ejercer violencia contra la mujer. Por ello, el Minsa, en coordinación con Organización Panamericana de la Salud (OPS), realizó un taller de capacitación dirigido a psicólogos de los 51 centros de salud mental comunitaria de Lima Metropolitana, para mejorar el acceso y la atención de las mujeres afectadas.
Durante la inauguración del evento, el director de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, Cristian Diaz Vélez, saludó el trabajo conjunto para promover el cuidado de la salud mental y destacó la importancia de identificar y abordar la violencia contra la mujer con acciones concretas desde el primer nivel de atención.
Por su parte, la asesora regional de Prevención de Violencia y Lesiones de la OPS, Britta Monika Baer, indicó que una de cada tres mujeres en las Américas ha sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
“Una relación abusiva nunca comienza con el asesinato de la mujer, sino con comportamientos controladores, violencia emocional, acoso, violencia sexual y lesiones. La prioridad de un establecimiento de salud es brindar una intervención oportuna a las sobrevivientes, porque en muchos casos son mujeres que tienen riesgo de morir”, indicó Baer.
El 53.8% de las mujeres sufrieron algún nivel de violencia en el 2023, según informe Endes
Además, resaltó que la intervención del profesional puede hacer una gran diferencia en la vida de estas mujeres, pero también en la vida de los hijos y el entorno familiar que son testigos.
“La violencia contra la mujer tiene graves consecuencias porque afecta negativamente la salud física, mental, sexual y reproductiva de las sobrevivientes. El rol del personal de salud mental es fundamental, pues tienen la capacidad de identificar la violencia, prevenirla y reducirla, pero para generar este cambio es necesario capacitarlos”, añadió.