PEKÍN.- Científicos chinos que analizaron las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte alertaron que la montaña donde se ejecutaron las detonaciones podría colapsar contaminando radiación a los países vecinos.
El último ensayo del régimen de Kim Jong-un causó un terremoto de 6,3 grados en el complejo de Punggye-ri, ubicado en una zona agreste que podría no resistir ante las múltiples pruebas militares, según explicaron investigadores de China
La zona de Punggye-ri, a unos 350 kilómetros al norte de la frontera con Corea del Sur y a menos de 100 kilómetros del territorio chino, fue sede el último fin de semana de la prueba de la bomba H, con un poder estimado de 100 kilotones. La detonación causó un sismo de 6,3 grados que alertó a los expertos por las consecuencias que traerían nuevos ejercicios en la región.
Continued Activity at North Korea’s Punggye-ri Nuclear Test Site https://t.co/dQlcpo1KgK pic.twitter.com/jqqVOMy3ai
— 38 North (@38NorthNK) February 24, 2017
Los investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, en Hefei, reportaron este lunes que, en base a sus informes, los últimos cinco ensayos nucleares fueron realizados en el mismo lugar. Los monitoreos de equipos geológicos tienen un margen de error de 100 metros.
«Le decimos ‘sacar el techo’. Si la montaña colapsa y el hueco queda expuesto, saldrán muchas cosas malas», dijo Wang Naiyan, ex titular de la Sociedad Nuclear China, en declaraciones al South China Morning Post. Por ello, indicó que si los resultados son correctos, existe un riesgo de un desastre ambiental a gran escala.
Según explicó, no cualquier montaña es apta para una prueba nuclear, ya que debe tener una altura considerable y pendientes relativamente planas, condiciones que no se cumplirían en el caso de Punggye-ri.
Además, la resistencia de la zona también depende de las precauciones que tomen los responsables. «Si las bombas son colocadas en la base de túneles verticales, causarían menos daño», señaló.
No obstante, estas excavaciones son más caras y complican la prueba, ya que es necesario un cableado más profundo y llevar los sensores (que evalúan el éxito del ensayo) a un lugar más difícil.
Por ello, es más fácil excavar un túnel horizontal, pero conlleva el riesgo de que la detonación haga explotar la capa protectora y dejaría escapar la radiación del armamento, que se esparciría, al menos, sobre Corea del Sur y China.
Un equipo de investigadores noruegos indicó que la detonación de la bomba H liberó una energía 10 veces superior a la registrada en Hiroshima en 1945.
Por el momento, los análisis gubernamentales de la radiación en China no mostraron un aumento en sus registros, por lo que se descartó que haya habido algún accidente en la última prueba, pero la cautela se mantiene alta.
«Una bomba de 100 kilotones es relativamente grande. El gobierno norcoreano debería detener las pruebas, que representan una gran amenaza no solo para su país, sino para otros, especialmente China», añadió Wang. (ECHA- Agencias)