MOSCÚ/Rusia.- El Gobierno ruso aseguró hoy que la dimisión del ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, es parte de una gran crisis de gobierno que se va perfilando e insinuó que tiene relación con los casos de envenenamiento con novichok en el sur de Inglaterra, de los que Londres acusa a Rusia.
«¿Recuerdan que dijimos que toda esta sucia intriga de múltiples componentes le saldría cara al gobierno de Theresa May? Ahí lo tienen. Seguir en este bote que hace aguas no lo quería ni siquiera el rey británico de la excentricidad política», escribió la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en su Facebook.
En un incisivo comentario, la portavoz aseguró que todas las «mentiras al mundo sobre la mano del Kremlin, sobre la agresión contra el Reino Unido» en el territorio de ese país «ya se han hecho peligrosas», en referencia a los casos del exespía Serguey Skripal y su hija y los dos ciudadanos británicos envenenados el mes pasado.
«Acaba de morir una ciudadana británica, y esto ya no es una broma para un miembro del gobierno británico: una cosa son los ciudadanos rusos Skripal, y otra los propios nacionales», subrayó la diplomática.
Y agregó: «responder ante tu propio pueblo no es lo mismo que contar cuentos a la OTAN».
Zajárova se refería a las acusaciones lanzadas por Londres contra Rusia en distintos foros internacionales por el envenenamiento, en marzo pasado, del exespía ruso Serguey Skripal y su hija Yulia en la localidad de Salisbury, con el agente nervioso de fabricación rusa novichok.
También aludía a las explicaciones que el gobierno británico ha pedido a Moscú por otros dos envenenados también por esa sustancia, un hombre y una mujer británicos, la segunda de los cuales ha fallecido.
La renuncia de Johnson, uno de los miembros del gobierno más favorables al «brexit», se produce poco después de la dimisión anoche del ministro para la salida de la Unión Europea (UE), David Davis.
EFE/Foto: lapatilla.com