El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) informó que un potencial feminicida reúne una serie de rasgos y características, entre las que destacan la celopatía y aquellas personas que reaccionan con excesiva violencia ante cualquier situación que ponga en riesgo su instinto de superioridad.
Otras características del agresor es el control que ejerce sobre su víctima en todos los ámbitos de su vida, imponiéndole la forma de vestir, su arreglo personal, sus relación con sus amistades hasta el punto de intentar alejarla de su familia para que no cuenten con una red de apoyo que le permita salir de ese círculo de violencia.
Estas personas obsesivas con sus parejas suelen controlar los horarios de sus víctimas, revisan su cartera, las llamadas y mensajes del teléfono celular, las llevan y recogen del centro de trabajo bajo pretexto de protegerlas y de esta forma tener la situación bajo su control.
En algunos casos, los agresores humillan a sus parejas, las descalifican subestimándolas diciéndoles que no sirven para nada, al punto que las víctimas piensan que sin ellos no podrían vivir.
Otro de los indicativos que pueden tomar en cuenta las mujeres, es el excesivo consumo de alcohol y drogas por parte de sus parejas. Algunos ataques contra mujeres se han cometido bajo los efectos de estas sustancias.
Se indicó también que cuando un hombre maltrata física y psicológicamente a una mujer y no recibe una debida sanción legal o moral se incrementa su nivel de agresión, convirtiéndolos en potenciales feminicidas, señala el MIMP que ha podido identificar las características más comunes de los agresores en base a la atención que brindan los Centros Emergencia Mujer (CEM) que tiene en todo el país.
Además la misoginia, palabra con la que se califica a aquellos hombres que muestran un odio irracional hacia las mujeres, y el machismo exacerbado, son factores que conllevan a la violencia extrema contra sus víctimas.
El agresor, definido como un hombre inseguro e inestable, en primer momento lacera la autoestima de la mujer para afectarla emocionalmente y luego convertirla en su víctima. Casi siempre las primeras agresiones son psicológicas. Se ha determinado que el círculo de violencia no se inicia de un momento a otro, sino que es una escalada que comienza con poca intensidad y se agrava con el tiempo.
El MIMP hace un llamado a todas las enamoradas, esposas, convivientes y/o parejas que detecten algunos de estos dignos alarmantes de agresión en sus parejas, para que acudan de inmediato al CEM más cercano de su distrito, o llamen a la Línea 100 donde un equipo integrado por abogados, psicólogas y trabajadoras sociales las atenderán y orientarán oportunamente de forma gratuita.
Fuente: Prensa MIMP