Unas treinta mujeres votó hoy en la segunda ronda presidencial en Costa Rica vestidas como en «El cuento de la criada», en protesta ante lo que consideran una amenaza a la institucionalidad del país y para defender los derechos humanos.
«Protestamos contra el fundamentalismo religioso, la amenaza a la institucionalidad, por el derecho a ejercer la ciudadanía que es inviolable, y porque hay que hacer valer los derechos de un modo pacífico», expresó a Efe la activista feminista Gabriela Clarke.
Clarke y un grupo de mujeres forman parte del colectivo feminista «Somos Nuestras» y se inspiraron en el libro de la escritora canadiense Margaret Atwood, «El cuento de la criada» (1985), una crítica feroz a la sociedad totalitaria en el cual se recrea a Estados Unidos regido por un sistema religioso y machista.
Una treintena de mujeres salió este domingo a votar con un vestido rojo y un sombrero blanco que solo les permite ver lo que hay frente a ellas, con la cabeza baja, mirando hacia el suelo y silenciadas, para tratar de exponer la censura, la desigualdad y la sumisión que algunos quieren para las mujeres.
«Nosotras vemos que existe un amenaza a la institucionalidad del país, tenemos una gran tradición democrática y de defensa a los derechos humanos, a libertad de expresión, a la educación, la salud, la cultura, que si bien no son perfectos se han sabido respetar y nos perece que están bastante amenazadas», afirmó Clarke.
En la actual lucha por la Presidencia de Costa Rica se encuentra el candidato del oficialista Partido Acción Ciudadana, el periodista Carlos Alvarado, quien disputa la segunda ronda electoral frente al aspirante del conservador Partido Restauración Nacional, el predicador evangélico Fabricio Alvarado.
El ganador gobernará el país a partir del 8 de mayo para el periodo 2018-2022.
Se trata de dos candidatos con posiciones equidistantes en materia de derechos humanos.
Carlos Alvarado con apoya el matrimonio igualitario y los derechos familiares de la comunidad sexualmente diversa, mientras que Fabricio Alvarado está rotundamente en contra y ha sentenciado que defenderá la «familia tradicional».
Durante la jornada, las activistas estuvieron presentes como modo de protesta cuando ambos candidatos llegaron a sus respectivo centros de votación, y además recorrieron varias juntas electorales para alzar la voz y luchar por la defensa de los progresos sociales del país.
Ellas con su protesta pacífica buscan que no se llegue al extremo que narra el libro, en el cual la escritora imagina un mundo en el que Estados Unidos ha sufrido un golpe de Estado y en el que la democracia ha sido sustituida por una teocracia autoritaria en el que las mujeres sufren opresión y discriminación. EFE