Multitud en las calles gritaba: «Francisco, querido, eres bienvenido»

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LA PAZ.- Centenares de miles de personas se volcaron a las calles de La Paz para dar la bienvenida al Papa Francisco, a quien recibieron en medio de vítores y aplausos, con pañuelos y globos blancos, banderas del Vaticano e imágenes con su rostro.

«Francisco, querido, eres bienvenido», «Francisco, Francisco«, coreaba la gente al paso del pontífice por las calles paceñas, sin perder por un momento el entusiasmo a pesar de haber esperado algunos durante más de doce horas para verle.

La gente esperó pacientemente en el campus papal en El Alto y también en las calles para verle, aunque sea por unos segundos, pues el paso de Francisco en el papa-móvil fue veloz en algunos tramos por el retraso que llevaba.

Uno de los primeros lugares donde el Papa fue aplaudido fue en la parada que hizo en la autopista que une El Alto y La Paz para homenajear al jesuita español Luis Espinal Camps, asesinado por paramilitares en 1980.

A su paso por el centro paceño, repicaron las campanas de los templos católicos, mientras los bolivianos y extranjeros congregados en las calles no paraban de aplaudirle.

Al llegar a la plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno, el Parlamento y la Catedral Metropolitana, el Papa Francisco se dirigió primero hacia la sede del Arzobispado de La Paz para saludar a los obispos de esta región.

El pontífice se trasladó después al llamado Palacio Quemado para reunirse en privado con el presidente Evo Morales.

Francisco combatió el frío en ambas ciudades primero con una mantilla blanca tejida por indígenas bolivianos y luego con un abrigo del mismo color.

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El Papa Francisco en el Palacio Quemado se reunió con el presidente Evo Morales.

El papa y la «chuspa» de Evo Morales

La cuestión sobre cómo recibiría el presidente de Bolivia, Evo Morales, al Papa Francisco quedó hoy finalmente zanjada: el mandatario le colocó en el cuello al pontífice una bolsa artesanal andina, conocida como «chuspa», para llevar hojas de coca.

Si el Papa bebería mate de coca o mascaría la hoja había sido argumento de discusión incluso durante las ruedas de prensa del portavoz vaticano, Federico Lombardi, previas a la gira por Latinoamérica del pontífice argentino.

Lo que ocurrió en el aeropuerto de la ciudad de El Alto, en una ceremonia de bienvenida a Bolivia repleta de cantos y trajes típicos indígenas, es que Morales al recibir al Papa Francisco a los pies de la escalerilla del avión le colocó la «chuspa», la bolsa artesanal andina que los indígenas quechuas y aymaras usan para transportar coca y ayudar así, entre otras cosas, a combatir el mal de altura.

En el avión que le condujo a Bolivia, se ofreció el mate al séquito de Francisco y a los cerca 65 periodistas, entre ellos Efe, que viajan con él; mientras otros reporteros que forman parte del recorrido papal decidieron ir directamente a Santa Cruz, a donde partirá esta noche el sumo pontífice y situada a menor altitud, por motivos de salud.

También Evo Morales redujo el discurso que tenía previamente preparado para no alargar demasiado la estancia de Francisco en este aeropuerto que se encuentra a más de 4.000 metros.

 

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