Cuando hablamos del Mundial de España de 1982 a todos se nos llena la mente de nostalgia. El soleado país peninsular se engalanaba con sus mejores ropajes para colocarse en el centro de todas las miradas del mundo futbolístico.
Una simpática naranja conocida como Naranjito se convertía en un inolvidable relacionista público de un anfitrión sediento de demostrar a todo el planeta la capacidad organizativa de un evento de esta índole.
Pero detrás de tal recuerdo emocional se encuentran una serie de cambios estructurales que marcaron profundamente, debido a su éxito, los mundiales que llegaron a posteriori.
Por una parte se amplió el número de conjuntos participantes de dieciseis a veinticuatro selecciones nacionales, por lo que las diecisiete sedes presenciaron un total de cincuenta y dos partidos.
. El italiano Paolo Rossi ganó el primer Balón de Oro.
A su vez, por primera ocasión se concedieron los trofeos ‘Balón de oro‘ y ‘Bota de oro‘ que acreditaban como máximo goleador y mejor futbolista del torneo, respectivamente.
También se sucedieron una serie de acontecimientos francamente curiosos que pasaron a la historia del anectotario de las copas del mundo.
En dicho Mundial se produjo la goleada más amplia sufrida por un combinado nacional en partidos pertenecientes a la Copa del Mundo con la contundente victoria de Hungría a El Salvador por diez tantos a uno.
Por otra parte, nunca antes se había dirimido unas semifinales por tandas de penaltis hasta que ocurrió lo propio en la disputada entre Alemania y Francia.
No es menos coriosa la ausencia de la selección holandesa en el certamen al no haber logrado clasificarse a pesar de haber sido finalista en la dos anteriores ediciones.
La cara de la moneda le tocó a Camerún, que logró el billete para el Mundial por primera vez en su historia, hecho por el que el presidente del país decretó un día de fiesta.
Fuente: muchomundial.com/Foto: todocoleccion.net