La derrota de Brasil ante Bélgica (2-1) provoca que Neymar Jr acompañe en el adiós prematuro al Mundial Rusia 2018 a las otras dos grandes figuras individuales del fútbol mundial de los últimos años, el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Leo Messi.
Neymar, que concluyó tercero en el FIFA Balón de Oro de, 2015 tras Messi y Cristiano Ronaldo y en el The Best del 2017 después del luso y el argentino, no pudo coronarse en el aspecto colectivo con su equipo y por tanto en el individual tampoco pudo aprovechar la despedida en octavos de los otros dos miembros del ‘tridente estelar’ del fútbol universal en los últimos años.
Messi fue el primero en caer en Rusia 2018, al perder en el primer encuentro de octavos ante Francia (4-3), mientras que Cristiano Ronaldo sucumbió en el siguiente encuentro, el mismo día, con la derrota de Portugal frente a Uruguay (2-1).
Seis días después el que dijo adiós fue Neymar, aunque una ronda más adelante, en cuartos de final, al perder ante la selección de Bélgica.
El delantero luso del Real Madrid tuvo un inicio de Mundial brillante, con tres tantos que permitieron a Portugal salvar un empate ante España (3-3).
En el segundo encuentro el capitán de las ‘quinas’ logró el tanto del triunfo ante Marruecos, pero a partir de ese momento, no pudo volver a demostrar su pegada, ni frente a Irán en el último choque de la fase de grupos ni contra Uruguay.
Messi, que quería poner fin a su maleficio con la Albiceleste, no brilló. Se le vio, como a todo el equipo de Jorge Sampaoli, sin chispa. Tan solo pudo marcar un tanto, ante Nigeria en la última jornada de la fase de grupos que permitió a los argentinos pasar de fase, aunque con grandes apuros.
El encuentro ante Francia no hizo sino confirmar los malos pronunciamientos. Argentina fue inferior y pese a un arreón final cayó ante la selección gala por 4-3, la Albiceleste se marchó por la puerta de atrás y Messi también.
Neymar, que logró hacer historia con la Canarinha en los Juegos de Río 2016 al conducir a su selección al único triunfo que le faltaba, el Olímpico, quería abanderar al equipo nacional al hexacampeonato.
Trabajó al máximo para recuperarse de una lesión que tuvo en duda su participación hasta poco antes de Rusia 2018, aceleró el proceso. Comenzó flojo, a la sombra de las buenas actuaciones de Philippe Coutinho, pero cuando parecía que alcanzaba una buena forma física y futbolística ha visto anulado el sueño.
Se cruzó en su camino, en el de todo el proyecto brasileño de Tite, la nueva ‘generación de oro’ de Bélgica liderada por Eden Hazard y bajo la batuta del español Roberto Martínez, que aleja al jugador del París Saint Germain de su gran ilusión. Tendrá que esperar a Catar 2022. Para entonces ya será un treintañero.
Cristiano Ronaldo y Messi no pudieron. Neymar tampoco. El fútbol mundial busca un nuevo rey.
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