Aunque su carrera comenzó en la música, muchas de las estrellas más destacadas han encontrado un nuevo campo de expresión en el cine. Algunos músicos incursionan en la actuación como un pasatiempo o haciendo cameos para complementar sus proyectos, mientras que otros toman la actuación tan en serio como su música, dedicándole igual o mayor atención a largo plazo. Para algunos artistas sobresalientes, ambos mundos se entrelazan con éxito.
Lady Gaga es un ejemplo notable de esta transición. Sus papeles en el cine, como Ally en A Star Is Born (2018) y Harley Quinn en Joker: Folie à Deux (2024), le han permitido mostrar sus habilidades tanto en canto como en piano, además de ofrecer actuaciones emocionales y poderosas.
Taylor Swift también ha dejado su marca en la pantalla, participando en la adaptación cinematográfica de Cats (2019), donde no solo actuó y bailó, sino que también coescribió una canción original con Andrew Lloyd Webber.
Otras artistas que han brillado en el cruce entre música y cine incluyen a Beyoncé y Jennifer Hudson, quienes deslumbraron con sus actuaciones vocales en el musical Dreamgirls (2006). Además, Prince combinó su talento musical con la actuación en la icónica película Purple Rain (1984), que complementó su famoso álbum del mismo nombre.
El éxito de estos artistas en el cine refleja cómo sus habilidades interpretativas, presentes en el escenario, se trasladan eficazmente a la pantalla. Tanto la música como la actuación requieren carisma, presencia y la habilidad de destacarse bajo los reflectores, lo que facilita la transición para muchos de estos talentos multifacéticos.
Lady Gaga canta, encanta y triunfa con su estilo estético cambiante y extravagante
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