AUSTIN (EE.UU.).– Las redes sociales y los dispositivos móviles han popularizado los selfies al extremo pero, ¿cómo se ven desde fuera? Eso pretende responder «Narcissus», una obra de arte interactivo creada por dos españoles que invita a reflexionar sobre el narcisismo y la privacidad en Internet.
Durante los últimos meses, los artistas visuales Franc Aleu y Joan Bofill diseñaron y crearon el «Narcissus» en un taller de Girona (España) y lo presentaron por primera vez en el festival de tecnología, cine y música South By Southwest (SXSW) de Austin, en Estados Unidos, con una gran acogida.
La obra, en madera, tiene dos partes: un casco con una cámara de alta definición incorporada que transmite las imágenes a un ordenador y un busto que reproduce la acción del selfi y en el que se proyecta el rostro del usuario.
«‘Narcissus’ nace para mostrar la obsesión, el egocentrismo absoluto de mostrarse a uno mismo compartiendo fotos de uno mismo», explicó en una entrevista con Efe, Joan Bofill, que también es director creativo de Wickr, una aplicación de mensajería segura que promueve la privacidad en internet y que financió el proyecto.
«Hemos montado una serie de vídeos con otras caras, las mezclamos y se crean pequeños monstruos. Eso es lo que pasa en realidad cuando una foto tuya corre sin control por internet, no sabes a dónde va, pierdes el control», añadió Aleu, quien fue Premio Nacional de Cultura de Cataluña el 2012 y ha trabajado, entre otros, con el colectivo «La Fura dels Baus».
Una vez con el casco en la cabeza, el espectador puede mirar a su alrededor mientras su rostro sigue proyectado en el «Narcissus»: «la gente empieza a hacer tonterías, de la manera en que los proyectamos y lo que ellos hacen se ve grotesco», dijo el artista barcelonés.
«La idea es que reflexionen sobre la difusión gratuita e inconsciente de su imagen», puntualizó.
Tras pasar por el SXSW, Bofill y Aleu quieren llevar su obra al festival Burning Man de Nevada y en septiembre a Barcelona, coincidiendo con las fiestas patronales de la Mercè.
El «Narcissus» barcelonés medirá siete metros y estará ubicado en el Parque de la Ciutadella, uno escenario central en la capital catalana.
«En el momento en el que compartir tus fotos se convierte en un vicio te conviertes en una caricatura de ti mismo. Aquí estamos caricaturizando ese exceso de ego», concluyó Aleu.