LONDRES.- La revista británica Nature ha incluido a la activista sueca por el clima Greta Thunberg entre las diez personas que han tenido un papel más relevante en el ámbito de la ciencia durante 2019, junto a figuras como el físico brasileño Ricardo Galvao y la bióloga argentina Sandra Díaz.
«Nuestra lista explora algunos de los momentos más importantes en ciencia del año, destacando a gente que ha tenido un papel clave en esos eventos. Estas historias van desde la primera demostración de un ordenador cuántico superando a una máquina convencional, hasta los esfuerzos para combatir el cambio climático», señaló el editor jefe de la revista, Rich Monastakery.
Thunberg, que fue candidata este año al Premio Nobel de la Paz, ha sido reconocida por focalizar su atención en «los débiles esfuerzos de las naciones para ralentizar el calentamiento global».
La revista recuerda el momento en que la activista de 16 años acudió a una sesión de la Cámara Baja estadounidense el pasado septiembre, cuando afeó a los congresistas por su inacción política para frenar el cambio climático.
Allí les entregó una copia del informe de 2018 sobre el calentamiento global del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC).
«No quiero que me escuchen a mí, sino que escuchen a los científicos», señaló Thunberg, que pidió a los legisladores que «se unan tras la ciencia» para adoptar «una acción real».
Según Nature, los científicos han dedicado décadas a alarmar sobre el cambio climático, pero no han podido galvanizar la atención en la forma en la que Thunberg lo ha hecho este año.
La lista destaca al físico brasileño Ricardo Galvao, quien se convirtió en un «héroe nacional» por desafiar al gobierno de Jair Bolsonaro, quien arremetió contra un informe elaborado por el equipo del científico en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, donde alarmó de un aumento considerable de la deforestación del Amazonas entre agosto de 2018 y julio de 2019.
Bolsonaro cuestionó a los responsables del instituto por sus alertas forestales, acusó a Galvao de inventarse los datos y lo destituyó de su puesto.
La ecologista argentina Sandra Díaz recibe el reconocimiento de Nature por coordinar junto a su equipo a un grupo de 51 expertos que redactó un informe en el que alertaban sobre la extinción de un millón de especies por la acción humana» y reclamaban «cambios masivos» para pararla, como «abandonar la idea de que las economías deben crecer constantemente».
También destaca Nature el trabajo de la astrofísica Victoria Kaspi, de la Universidad de McGill en Montreal (Canadá), quien consiguió tras años de trabajo dotar a un telescopio con la mejor tecnología para recoger los mejores datos que se tienen hasta el momento de ráfagas de ondas de radio.
En este mismo campo, destacan al físico y responsable de computación cuántica de Google en la Universidad de California (EE.UU), John Martinis, quien demostró cómo un ordenador cuántico de la compañía completó en 200 segundos una tarea que el modelo convencional más rápido del mundo tardaría unos 10.000 años en realizar.
Celebran además los esfuerzos del microbiólogo Jean-Jacques Muyembe, que lidera con sus investigaciones la lucha contra la epidemia del Ébola en República Democrática del Congo, donde ya han muerto 2.200 personas por esta razón desde agosto de 2018.
El especialista en neurociencia Nenand Sestan consiguió revivir cerebros de cerdos que habían muerto horas antes, un hito que, según Nature, «pone a prueba las definiciones de vida y muerte».
Pionero fue también Hongkui Deng, un científico chino que publicó por primera vez un estudio sobre cómo la edición genética puede ayudar a crear potencialmente una fuente limitada de células inmunes a la infección por VIH.
El paleontólogo etíope Yohannes Haile-Selassie «sacudió el árbol genealógico» de la humanidad, señala Nature, cuando a principios de este año encontró un cráneo de hace 3,8 millones de años, perteneciente a la espacie «australopithecus anamensis», el pariente humano más antiguo conocido hasta el momento.
Por último, la revista reconoce la labor de la experta en la ética de los trasplantes Wendy Rogers, una académica australiana que denunció la donación de órganos forzada a presos políticos chinos.
Rogers pidió la retirada de más de 400 estudios de ese país sobre trasplantes al descubrir que estos no se ajustaban a los estándares internacionales de donación.
EFE