Neuromielitis óptica: La «falsa» esclerosis múltiple para la que hay esperanza

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ESTOCOLMO.- La neuromielitis óptica es una enfermedad rara del sistema nervioso que durante mucho tiempo se confundió con una forma grave de esclerosis múltiple y que puede llegar a ser mortal en poco tiempo si no se trata, pero para la que ahora un nuevo fármaco abre la puerta a la esperanza.

Lo aseguró este jueves la doctora Lucien Costa-Frossard (foto), neuróloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, en un encuentro informativo en el marco del XXXV Congreso del Comité Europeo para el tratamiento y la investigación de la esclerosis múltiple (ECTRIMS), que se celebra en Estocolmo.

La enfermedad, cuya incidencia en España es de entre 1 y 5 pacientes por cada 100.000 habitantes, afecta sobre todo a mujeres (4-9 por cada varón) y, aunque puede aparecer en cualquier fase de la vida, el pico de incidencia se localiza en los 39 años; hay otro pico en la infancia pero es menor que entre los 35 y los 40 años.

Es una enfermedad que durante mucho tiempo se ha considerado una forma grave de esclerosis múltiple, si bien «hoy día ya sabemos que tiene detrás una causa completamente distinta», precisó la neuróloga.

Produce, sobre todo, dos síntomas: neuritis ópticas que suelen ser graves y bilaterales y que pueden provocar ceguera en el 20-22 % de los pacientes, y mielitis completas que suponen una inflamación de la médula y que provocan parálisis de las dos piernas (hemiplejia) o de brazos y piernas (tetraplejias), dolor e incluso la muerte.

«Antes se pensaba que la neuromielitis afectaba solo a nervio óptico y médula, ahora sabemos que impacta también sobre el sistema nervioso central en áreas donde hay mucha acuaporina (proteínas que transportan el agua a través de los compartimentos de las células) como el troncoencéfalo y en regiones muy cercanas a los ventrículos», ha señalado.

También puede producir síntomas sensitivos (pérdida de sensibilidad) y vesicales e intestinales.

En el 80-90 % de los pacientes la neuritis óptica suele ser recurrente en forma de brotes -entre tres y seis al año- y sin tratamiento puede ser mortal en un periodo muy corto de tiempo.

Hasta el pasado mes de junio, cuando que la FDA (la agencia estadounidense de la regulación de los medicamentos) aprobó eculizumab, no había ningún tratamiento específico para la enfermedad.

En este congreso se presentan datos de un estudio en fase III de otro fármaco, satralizumab, de Roche, que ha comparado este frente a placebo y ha conseguido resultados «increíbles» demostrando una eficacia «muy considerable».

Consiguió una reducción del riesgo de brotes del 55 % en comparación con placebo.

Además, un 76,1 % de los tratados no tuvo recaída a las 48 semanas y el 72,1 % no la tuvo a las 96 semanas frente al 61,9 y el 51,2 %, respectivamente, de los pacientes que recibieron placebo.

«Son datos muy esperanzadores tanto para los pacientes como para los profesionales que tratamos la enfermedad», ha asegurado la doctora Costa-Frossard, quien confía en que tanto la FDA como la EMA (Agencia Europea del Medicamento) lo aprueben cuanto antes.

EFE/Foto: redaccionmedica.com

 

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