MANAGUA.– La Iglesia católica de Nicaragua criticó este domingo el «mesianismo triunfalista» en medio de la crisis sociopolítica que según organismos internacionales ha dejado cientos de muertos en protestas contra el presidente Daniel Ortega desde abril pasado.
«En estos momentos difíciles, por lo que vivimos los nicaragüenses, asumimos la cruz del sufrimiento, no el mesianismo triunfalista, como muchos lo han querido plantear en Nicaragua«, dijo el rector de la catedral metropolitana de Managua, Luis Herrera, en la misa dominical.
La crítica hacia el «mesianismo triunfalista» coincide con las actividades diarias con las que seguidores de Ortega celebran los discursos del presidente, quien sostiene que ha derrotado lo que denomina un «golpe de Estado», y que la sociedad civil de Nicaragua califica de insurrección cívica contra Daniel Ortega.
«¿A qué Cristo seguimos, al ‘mesías triunfalista’ o al que por amor va a Jerusalén y asume la cruz, y muere en ella para salvarnos?», preguntó Herrera, basado en el evangelio del día de la Iglesia católica, Marcos 8: 27 al 35, en el que el Mesías lanza un ultimátum a sus discípulos sobre su fe.
La Iglesia se encuentra confrontada con Daniel Ortega desde julio pasado, cuando el Episcopado propuso al presidente adelantar para marzo de 2019 las elecciones de 2021, lo que ofendió al presidente, quien llamó «golpistas» a los obispos.
Dicho distanciamiento en un país de profundas creencias cristianas, recrudeció una crisis en la que han muerto de 322 a 481 personas, según organismos humanitarios, mientras Daniel Ortega reconoce solo 198 fallecidos.
Como producto del distanciamiento, el clero ha sufrido agresiones físicas y verbales, amenazas de muerte, y algunos templos católicos han sido profanados, según ha denunciado la Iglesia.
«Estamos sufriendo los nicaragüenses por amor a la libertad, a vivir como hijos de Dios, dignamente, y se nos oprime, se nos persigue, cuál es nuestra actitud, tomar la cruz, no vamos a responder con la misma violencia», reiteró Herrera.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
Daniel Ortega niega cualquier señalamiento y sostiene que en Nicaragua ahora todo está «normal» tras haber obtenido la «victoria» sobre un intento de «golpe de Estado».
Las manifestaciones contra Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.
EFE/Foto internet-medios