BAGDAD.- En su intento por detener la ofensiva iraquí en Mosul, el Estado Islámico incendió una mina de azufre, generando gases venenosos que han cubierto la cuarta aparte de Irak y afectado la atmósfera en Turquía, Siria e Irán.
Ante esta situación de suma gravedad, coalición internacional repartió miles de máscaras de gas al ejército iraquí y a los kurdos que se han lanzado en una ofensiva terrestre a Mosul, el bastión de los yihadistas.
En la asediada ciudad hospitales se vieron desbordados por las personas que llegaron con síntomas por haber inhalado el gas tóxico, afectando con problemas respiratorios con mayor incidencia en niños , ancianos y mujeres.
La agencia espacial estadounidense, NASA, difundió fotos satelitales donde se observa la propagación de los gases venenosos.
«Nuestras observaciones preliminares sugieren que la mayor parte del dióxido de azufre se mantuvo en la capa límite y la baja troposfera, lo que acentúa el impacto sobre la calidad del aire y la salud», explicó Simon Carn, científico atmosférico de la universidad tecnológica de Michigan.(ECHA – Agencias)