WELLINGTON.- El terrorista australiano, Brenton Tarrant, llevaba una cámara en su cabeza al momento de irrumpir en dos mezquitas, para filmar la matanza de 49 personas y dejar más de 40 heridos, durante 17 minutos de pánico y caos.
Con escalofriante serenidad, el asesino empezó a transmitir la matanza mientras disparaba ráfagas de metralleta a quien se cruzara en su camino.
Antes de ingresar armado y a los tiros en las mezquitas, Brenton Tarrant escribió un manifiesto en sus redes sociales en el que da las razones del ataque planificado con varias semanas de anticipación.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=s0pwIQ0mdwM
La policía hizo un llamado a los habitantes de la ciudad, en el centro del país, a no salir a las calles mientras realizaba las operaciones de búsqueda y captura de sospechosos, que se han saldado con la detención de Tarrant y otras tres personas de las cuales no se difundió la identidad y que se sospecha habrían dado apoyo al tirador.
El terrorista alaba a los autores de otras masacres y las justifica como una «toma de posición contra el genocidio cultural y étnico».
Por las inscripciones en los rifles y cargadores que utilizó, su ideología ensalza a quienes combatieron al Imperio Otomano y cometieron matanzas similares a la suya en los últimos años.
Cerca de las dos menos veinte del mediodía, el atacante ingresó a la mezquita Masjid Al Noor Mosque, en el centro de Christchurch, y empezó con un fusil semiautomático de alto calibre a disparar indiscriminadamente contra los feligreses.
Durante los 17 minutos que duró la transmisión del video, se paseó de un lado al otro de la mezquita. Luego, escapó en un auto, y en la huida atropelló a una persona.
El testigo Len Peneha asegura que vio a un hombre vestido de negro ingresar a la mezquita Masjid Al Norr y luego escuchó decenas de disparos, seguidos de personas que salían aterrorizadas del lugar.
El terrorista australiano, Brenton Tarrant, llevaba varios fusiles de guerra en su automóvil
Peneha, quien vive al lado de la mezquita, dijo que el agresor salió del templo, dejó caer lo que parecía ser un arma semiautomática frente a su cochera y escapó. El testigo ingresó a la mezquita para intentar ayudar.
«Vi muertos por todos lados. Había tres en el pasillo, en la puerta de entrada y dentro de la mezquita», comentó. «Es algo increíble. No entiendo cómo es que alguien pudo hacerles esto a estas personas, a cualquiera. Es ridículo».
Dijo que ayudó a unas cinco personas a recuperarse dentro de su casa. Señaló que una de ellas sufrió heridas leves.
«He vivido al lado de la mezquita durante unos cinco años y las personas son grandiosas, son muy amigables», comentó. «Simplemente no lo entiendo».
Indicó que el agresor era de raza blanca y utilizaba un casco con un tipo de dispositivo en la punta -podría ser la cámara que utilizó para la transmisión en vivo-, dándole una apariencia militar.
La policía detuvo a cuatro sospechosos. Sin embargo, aún no ha revelado sus identidades ni detalles sobre el ataque. (ECHA- Agencias)