Organizaciones de derechos humanos calificaron hoy de relevantes los nuevos datos surgidos en Estados Unidos sobre el caso de Ayotzinapa al señalar que exhiben las fallas de la versión oficial e impiden cerrar este caso.
La prensa mexicana publicó este día que la noche en que los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotizanapa desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 hubo un «intenso intercambio de mensajes de telefonía» entre presuntos criminales en Iguala (México) y Chicago (Estados Unidos).
«En estos mensajes se discutió información de los hechos e incluso se habrían mandado instrucciones importantes a los perpetradores», dijo el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez al calificarla como información «novedosa» y «relevante».
Para este Centro estos supuestos intercambios de mensajes le dan la razón al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en informe final del caso recomendó a México considerar la línea de investigación del trasiego de droga de Iguala a Chicago.
Una de las versiones sobre la desaparición de los 43 estudiantes fue que aparentemente se habían apoderado de un autobús que llevaba droga del grupo Guerreros Unidos, lo que habría molestado a sus líderes en la región que ordenaron secuestraros, matarlos y quemarlos.
Estas conversaciones fueron interceptadas por agencias de EE.UU. y que son parte de un expediente judicial contra operadores del grupo Guerreros Unidos en Chicago, de acuerdo a la publicación en el diario mexicano Reforma.
El Centro Pro Juárez destacó que la publicación del diario advierte que Guerreros Unidos más que un grupo criminal de alcanza regional, es realmente una «compleja red trasnacional de tráfico de drogas» con vínculos en todos los niveles de gobierno.
Los mensajes también son una muestra de la debilidad de lo que el gobierno mexicano llamó «la verdad histórica», en la que el gobierno culpa a un grupo local de haber desaparecido, asesinado y quemado a los 43 estudiantes.
El Centro Pro precisó que los mensajes publicados por el diario hablan literalmente de «60 paquetes ya guardados y otros con San Pedro», lo que suponiendo que aludan a personas sería «una franca contradicción con la teoría oficial».
A casi 43 meses de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa «el caso no puede cerrarse» porque la explicación oficial no es satisfactoria, dijo el Centro Pro Juárez.
Demandó al Gobierno considerar todas las líneas de investigación surgidas de estos mensajes y evite el cierre precipitado del caso «con tintes electorales».
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, declaró por su parte que las revelaciones de la prensa deben mover al Gobierno a «abandonar finalmente su desacreditada teoría del caso».
Guevara-Rosas dijo que las autoridades deben comprometerse a investigar los hechos de una manera «seria y expedita» e incluir a todas las autoridades que pudieran haber estado involucradas en este «crimen horrorífico».
«Es tiempo de que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) ajuste su investigación y se allegue de toda la evidencia disponible», aseguró la directora para las América de Amnistía.
Guevara-Rosas precisó que los datos divulgados en la prensa refuerzan la investigación del GIEI sobre la línea de investigación de Iguala-Chicago, como un elemento clave en el caso que no ha sido atendido de forma adecuada por la PGR. EFE
Latinoamérica exige en día de víctimas de desapariciones “saldar deuda pendiente”