El brócoli es un vegetal que muchos incorporan a su dieta. Sin embargo, no todos son conscientes de sus múltiples bondades.
Esta verdura es fuente de fibra, no aporta grasas y contiene gran cantidad de agua que le otorga un gran poder saciante, por lo que no debe faltar en cualquier dieta de adelgazamiento.
La dietista-nutricionista Julia Farré de Alimmenta, lo recomienda especialmente a las personas veganas u ovo-vegetarianas por su aporte en calcio, nutriente que puede verse comprometido cuando no se consumen derivados lácteos.
Su aporte en beta-carotenos o provitamina A y vitamina C, lo convierten en un poderoso antioxidante que ayuda a proteger y a frenar el envejecimiento prematuro de la piel, además de mantener hidratadas las mucosas internas.
Es un alimento estrella para prevenir las enfermedades de tipo cardiovascular. El brócoli contiene sulforafano, una sustancia antioxidante muy beneficiosa para las personas que tienen enfermedades pulmonares, ya que ayuda a regenerar los tejidos dañados. Además, el brócoli aporta luteína, especialmente interesante para prevenir los problemas de visión provocados por la degeneración de la mácula.
Los especialistas recomiendan comerlo al menos una vez por semana. Lo ideal es incluirlo en la cena, por su bajo aporte calórico y alto valor nutritivo, aunque también puede ser un sano primer plato en la comida.
La mejor forma de preparar el brócoli, para que mantenga la mayor parte de sus nutrientes es al vapor, pero para los que no le encuentran un sabor gustoso; otras opciones: una vez cocido, podemos aliñarlo con frutos secos y salsa de mostaza y miel casera o saltearlo con ajos y pimentón y hacer una ensalada con papa, huevo duro, y atún, gratinado con queso.
https://youtu.be/8MDMh9t6sPI