Obama recibe a beisbolistas campeones y reitera importancia del deporte

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El presidente Barack Obama recibió hoy en la Casa Blanca a los Cachorros de Chicago como homenaje por el título de la Serie Mundial que ganaron el pasado noviembre después de 108 años de espera y retiró la importancia del deporte como elemento de armonía en un país dividido.

Los Cachorros conquistaron su primer campeonato del Clásico de Otoño desde 1908 tras vencer en siete juegos a los Indios de Cleveland, en una de las Series Mundiales más igualadas y con mayor suspense que se recuerdan en la historia de las Grandes Ligas, dado que el último y decisivo partido acabó con un marcador de 8-7.

El mandatario estadounidense, que dejará el cargo a partir del próximo viernes para que la ocupe el nuevo presidente electo, el republicano Donald Trump, destacó que ahora más que nunca el deporte será clave dentro de la sociedad estadounidense.

«A lo largo de nuestra historia, el deporte ha tenido este poder de unirnos incluso cuando el país está dividido», destacó Obama durante su discurso de homenaje a los Cachorros, el equipo de su ciudad adoptiva, que milita en la Liga Nacional.

La ceremonia se realizó cuatro días antes que Obama traspase la presidencia a Trump, luego de unas de las elecciones que más dividido han dejado al país en su historia reciente.

Obama, tiene una residencia en Chicago, pero es fanático de los Medias Blancas, el otro equipo de la ciudad que milita en la Liga Americana, alentó a los Cachorros para que fuesen los campeones de la Serie Mundial al no estar su club favorito.

Mientras que la familia Tom Ricketts, dueños de los Cachorros, tampoco son seguidores de Obama ni del partido demócrata ya que en las pasadas elecciones presidenciales apoyaron la candidatura republicana de Trump.

Sin embargo, nada más concluir el «Clásico de Otoño», que los Cachorros ganaron por 4-3 a los Indios de Cleveland, tras remontar una desventaja de 1-3 en la serie al mejor de siete, Obama los invitó a la Casa Blanca, bromeando en Twitter si el equipo quería hacer la visita antes que culminase su mandato.

Los Cachorros, representados por su presidente de operaciones Theo Epstein, le obsequiaron a Obama con varias camisetas, un pase de por vida para ver los partidos y un cuadro también con el número 44, como símbolo de ser el cuadragésimo cuarto mandatario de Estados Unidos.

El encargado de hacerle entrega de las camisetas al presidente Obama fue el primera base de origen italiano Anthony Rizzo, juega con el equipo europeo en las competiciones internacionales, pero el que más se llevó la atención del mandatario estadounidense fue el veterano receptor David Ross, que ya ha decidido retirarse.

Dentro de la delegación del equipo de Chicago destacó la presencia de los peloteros latinos como el cerrador cubano Aroldis Chapman y el receptor venezolano Miguel Montero, aunque el primer ya firmó como agente libre con los Yanquis de Nueva York.

También acaparó la atención otro expelotero latinoamericano, el jardinero cubano José Cardenal, que militó con los Cachorros desde 1972 hasta 1977 y estuvo en la ceremonia a la que acudió la primera dama de la nación, Michelle Obama, primera vez desde que llegaron a la Casa Blanca, que asistió a un homenaje de un equipo deportivo.

El presidente Obama explicó que la familia de Michelle, nativa de Chicago, era seguidora de los Cachorros, y especialmente su padre, a quien cuando llegaba del colegio lo veía sentado viendo los partidos de su equipo favorito, en el que entonces militaba Cardenal.

 

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