CIUDAD DE MÉXICO.- La obesidad, el sobrepeso y la diabetes podrían ser factores relacionados al desarrollo del Alzheimer, puesto que la alteración de la insulina y el exceso de grasa en la sangre generan alteraciones cognitivas, dijo a Efe un experto.
«La insulina, por ejemplo, controla algunos de esos procesos por lo que al estar alterada en enfermedades como el síndrome metabólico o la diabetes, puede también incidir en la función de las neuronas», explicó Luis Bernardo Tovar y Romo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El integrante del Departamento de Neuropatología Molecular del Instituto de Fisiología Celular de dicho centro explicó que la acumulación de lípidos, provocada por una dieta rica en grasas y carbohidratos promueven la pérdida de actividad sináptica.
«La transmisión de los impulsos nerviosos entre dos neuronas tiene lugar en la conexión entre ambas llamada sinapsis. Esta función se pierde en las etapas más tempranas del Alzheimer, mientras que en las más avanzadas algunas mueren», señaló el especialista.
Detalló que el cerebro cuenta con al menos 86.000 millones de neuronas, las cuales se conectan unas con otras y hacen que funcione nuestro organismo. «Son las que nos ayudan a generar ideas, almacenar recuerdos y nos llevan al pensamiento», explicó.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un trastorno progresivo que deteriora la función cognitiva de las personas.
La forma más común de esta enfermedad es el Alzheimer y se presenta entre el 60 y 70 % de los casos. En México, se estima que 800.000 personas tienen un trastorno de demencia.
El 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, que se celebra con la intención de concienciar a la población acerca de este padecimiento.
El especialista explicó que entre los principales factores de riesgo está la edad y, conforme se extiende la esperanza de vida, es mucho más probable que las personas presenten la enfermedad.
«Esto ocurre porque cuando el sistema nervioso se desgasta, se pierden las conexiones sinápticas y, por ende, se pierden estas funciones neuronales», detalló.
Explicó que al final de la vida el deterioro cognitivo es más común, sin embargo, esto no significa que todas las personas desarrollarán Alzheimer.
«Alguien que sea olvidadizo de manera habitual no quiere decir que tendrá este padecimiento. Pero si es una persona que no está en edad avanzada y se da cuenta de que ya no se acuerda de cosas que recordaba más fácilmente, entonces sí deben preocuparse y tratarse», señaló.
El experto explicó que aunque no hay nada concluyente una buena calidad de vida puede ayudar a retrasar la aparición de esta enfermedad.
«Prepararse desde joven con una buena alimentación, actividad física, no fumar, no consumir exceso de grasas y carbohidratos y tener actividad intelectual importante, ayudan a retrasar el padecimiento», dijo.
Agregó que la estimulación sensorial produce que los circuitos neuronales se refuercen, por eso recomienda leer, estar expuesto a nuevas experiencias, tener una vida social, aprender a tocar un instrumento, escuchar música, aprender nuevos idiomas.
«Principalmente estar expuesto a estímulos novedosos, hacer algo que nunca se había hecho y hacer ejercicio», aseveró.
Aseguró que el ejercicio promueve un estado de vascularización y oxigenación apropiados en el cerebro y la irrigación sanguínea es fundamental para que las personas no desarrollen algún tipo de demencia.
«El ejercicio promueve una buena irrigación sanguínea, una buena oxigenación, la destoxificación del organismo y eso promueve un estado integral de salud», finalizó.
EFE