Los obispos del Perú, congregados en la Conferencia Episcopal, llamaron al pueblo peruano a la solidaridad y a unir esfuerzos frente a la emergencia que vive el país.
“Es la hora de la solidaridad, como lo está demostrando nuestro pueblo. Es hora de respetar a la hermana naturaleza y de prevenir al trazar las nuevas ciudades. No es hora de buscar culpables, es hora de unir esfuerzos”, se lee en el comunicado propalado por la Conferencia Episcopal del Perú.
Con el nombre ‘La caridad sostiene la esperanza’, el comunicado recuerda que los embates de la naturaleza han desafiado la capacidad de respuesta de las autoridades.
“Estimados hermanos, vivimos aún horas de sufrimiento, preocupación y dolor, pero también de solidaridad”, menciona el mensaje de la Conferencia Episcopal del Perú.
Lea el Comunicado de los Obispos del Perú ante la emergencia que se vive en el país: https://t.co/rfI64zmLWp
— Conferencia Episcopal Peruana (@conf_episcopal) March 24, 2017
“Los embates de la naturaleza (…) están exigiendo fortaleza a los damnificados para enfrentar la adversidad, y nos están invitando a todos a un compromiso más efectivo que se exprese en la caridad, para mantener viva la esperanza”, añade la Conferencia Episcopal del Perú.
Los obispos del Perú consideran no es momento para el miedo, ni para escuchar a quienes siembran alarmas. “Es hora confiar en la providencia de Dios que cuida a cada uno de nosotros como lo hace un padre amoroso. Es tiempo para orar”.
Además instaron a los damnificados a preocuparse los unos de los otros, dando preferencia a los más débiles: niños, ancianos y mujeres gestantes, al momento de repartir la ayuda con equidad.
“Exhortamos a quienes siguen aún soportando la furia de la naturaleza a mantenerse valientes, como la Virgen María ante la cruz de Jesús, seguros que este momento pasará y vendrán tiempos mejores”, expresa la Conferencia Episcopal del Perú.
Los obispos del Perú agradecen de manera especial a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y a autoridades por su abnegación en la ayuda a los damnificados.
Foto Andina