WASHINGTON.- El expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió suspender la sesión de la OEA del jueves en la que se analizará la aplicación de la Carta Democrática en Venezuela, debido a que el país está “extremadamente polarizado”.
UNASUR y los otros dos expresidentes que sirven de mediadores para el diálogo entre el chavismo y la oposición en Venezuela lo habían nombrado vocero único ante la OEA por lo que planteó a los presentes, secretario general y canciller venezolana incluidos, delinear una agenda mínima.
Rodríguez Zapatero no hizo referencias específicas a la posibilidad de que el gobierno de Nicolás Maduro convoque a un referéndum revocatorio antes de que termine este año, como lo ha pedido la oposición.
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Por ahora, dijo el español a los embajadores presentes en el salón Bolívar de la sede de la OEA en Washington, su gestión y la de sus compañeros en Venezuela está apenas en una «fase exploratoria», que ha servido para poner en la mesa los temas que no podrían faltar en eventuales conversaciones entre chavismo y oposición.
En ese sentido citó a la reconciliación, la pacificación del debate político, los acercamientos de buena voluntad entre unos y otros y, el tema del que los corrillos diplomáticos llevan hablando ya un buen rato, la «periodificación (sic) de los procesos electorales».
Durante su alocución, Zapatero reveló que había llevado a Leopoldo López, el líder opositor encarcelado, un mensaje de buena voluntad «avalado» por Maduro.
Tras el discurso inicial del socialista español, que duró poco menos de una hora, tomaron la palabra una docena larga de países. Empezó Paraguay, quien de entrada pidió a Zapatero definir con más especificidad los tiempos de un posible referéndum. Al final, el mediador pasó de largo por esa petición e insistió en que todo está, por ahora, en una fase exploratoria.
«El diálogo debe partir de la defensa a la democracia, el estado de derecho, la separación de poderes y al pluralismo» por cuanto se trata «de ayudar desde el absoluto respeto a la soberanía de Venezuela… y renunciar como principio a cualquier intención de injerencia».
Al final de las intervenciones, la canciller venezolana Delcy Rodríguez, quien se había reunido con Rodríguez Zapatero y Almagro en las previas de la sesión, aprovechó para arremeter contra el secretario general, a quien una vez más acusó de trabajar para la oposición venezolana.
Asimismo hizo pública ante el pleno del consejo permanente la petición de suspender la sesión del jueves, que su embajada había circulado desde la noche anterior entre el cuerpo diplomático. (ECHA – Agencias)