WASHINGTON.- Algunos de los episodios descritos en el informe del fiscal especial Robert Mueller acerca de la investigación de la llamada trama rusa muestran las dudas y preocupaciones del propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de su círculo más cercano por sus acciones y los escasos escrúpulos del mandatario.
– Interferencia de los rusos
«La investigación identificó numerosos vínculos entre el gobierno ruso y la campaña de Trump. Aunque la investigación estableció que el gobierno ruso percibió que se beneficiaría de una presidencia de Trump y trabajaron para asegurarlo (…) la investigación no establece que miembros de la campaña de Trump conspiraran o se coordinaran con el gobierno ruso en sus actividades de interferencia en las elecciones».
– Wikileaks y su fundador Julian Assange, partidarios de Trump frente a la aspirante presidencial demócrata, Hillary Clinton.
En noviembre de 2015, Assange escribió: «Creemos que sería mejor que el Partido Republicano gane. Con Hillary a cargo, el Partido Republicano estará empujando sus (de Hillary) peores cualidades (…) Demócratas+medios de comunicación+neoliberales deberían ser silenciados… Ella es brillante, bien conectada y una sociópata sádica«.
– Reacción de Trump a la designación de Mueller
Las palabras del mandatario al conocer la designación del fiscal especial, Robert Mueller, son especialmente contundentes:
«Oh Dios mío, esto es terrible. Es el final de mi Presidencia. Estoy jodido. Todo el mundo me dice que si tienes uno de estos se arruina la Presidencia. Toma años y años y no podré hacer nada. Es lo peor que me ha ocurrido».
– Intentos de ocultar información
Mueller no pone en duda los esfuerzos de Trump por ocultar información, pero cuestiona los motivos y valora la reacción de sus colaboradores.
«Los esfuerzos del presidente para obstruir la investigación fueron en su mayoría infructuosos pero fue porque las personas que lo rodeaban declinaron llevar a cabo sus órdenes o acceder a sus peticiones», señala el reporte.
«Respecto al encuentro de la Trump Tower (entre miembros de su campaña y operativos cercanos al gobierno ruso) el documento señala que hasta en tres ocasiones Trump intentó ocultarlo, pero no constituye una acto de obstrucción, porque el destinatario del engaño era la prensa; no el Congreso o el Fiscal Especial», apunta.
– Negocios en Rusia en campaña electoral
El presidente de EE.UU. siguió negociando la construcción de una Torre Trump en Moscú hasta al menos junio de 2016, en plena campaña por la candidatura presidencial republicana y un mes antes de ser proclamado candidato presidencial de su partido.
En los meses previos, también le ofrecieron en dos ocasiones viajar a Rusia «para reunirse con autoridades del gobierno y posibles socios financieros», pero acabó por rechazarlo ambas veces, pese a que al menos en uno de los casos se había mostrado dispuesto a viajar.
– Sobre la orden de Trump de despedir a Mueller y sus esfuerzos por negarlo
El presidente llamó en mayo de 2017 a Don McGahn, abogado de la Casa Blanca, con la intención de dar la orden para despedir a Mueller, algo a lo que éste se negó y amenazó con dimitir. Cuando se filtró a la prensa esta información, Trump instó a McGahn a mentir.
«(Trump) Intentó que se despidiera al fiscal especial, y se implicó en esfuerzos para coartar la investigación del fiscal especial y evitar la divulgación de pruebas a la misma, incluido mediante contactos públicos y privados con testigos potenciales», agrega el texto.
«Cada vez que se le comentó, McGahn respondió que no refutaría las informaciones de la prensa porque eran ciertas», dice el informe.
– Cena con James Comey, exdirector del FBI, poco antes de ser despedido
«El 27 de enero, el presidente llamó al (entonces director del FBI, James) Comey y lo invitó a cenar esa noche. (El entonces jefe de Gabinete, Reince) Priebus, recordó que antes de la cena, le dijo al presidente algo como: ‘No hable de Rusia, haga lo que haga’. Y el presidente prometió que él no hablaría sobre Rusia. McGahn había advertido previamente al presidente que no debía comunicarse directamente con el Departamento de Justicia para evitar la percepción o realidad de una interferencia política en la aplicación de la ley».
«Cuando (el estratega Steve) Bannon se enteró de la cena planeada por el presidente con Comey, le sugirió que él y Priebus también asistieran, pero el presidente mantuvo que quería cenar con Comey solo. Comey dijo que cuando él llegó para la cena esa noche, él estaba sorprendido y preocupado de ver que nadie más había sido invitado».
– Sobre presiones a su exjefe de campaña Paul Manafort para que no colaborase con lajusticia.
El informe indica que «hay pruebas de que las acciones del presidente tenían el potencial de influir en la decisión de Manafort sobre si cooperar con el gobierno» en la investigación de la trama rusa, porque Trump insinuó varias veces que era posible que le «indultara».
– Valoración de Mueller de sus comunicaciones con Trump
El documento desclasificado también revela que Mueller consideró «inadecuadas» las respuestas por escrito que Trump le envió el pasado noviembre sobre las preguntas del fiscal especial sobre la presunta injerencia rusa y su posible obstrucción de la justicia.
«Reconociendo que el presidente no accedería a ser interrogado (en persona) voluntariamente, consideramos la posibilidad de emitir una citación judicial para que testificara», indica el informe.
EFE/Foto: bbc.com