GINEBRA.- La directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Zsuzsanna Jakab, aclaró que los inmigrantes y refugiados, no portan enfermedades exóticas y, por lo tanto, no suponen un riesgo para la salud pública ni los sistemas sanitarios.
Durante la presentación del primer informe sobre inmigración y salud que el organismo ha realizado en el continente , rechazó de plano las campañas populistas que han puesto en marcha algunos gobiernos europeos.
El documento, elaborado tras el análisis de más de 13.000 investigaciones previas, sirve para desmontar muchos de los bulos que circulan por la red y que asocian a la población migrante con el contagio de enfermedades importadas.
Según los datos que maneja la OMS, el riesgo de que estas personas transmitan enfermedades a la población que les acoge «es muy bajo», subrayó Jakab.
El informe refleja que, en general, quienes optan por dejar sus países de origen en busca de una vida mejor gozan de buena salud, si bien se enfrentan a un mayor riesgo de enfermar durante el trayecto -y a su llegada- debido a las malas condiciones y a la pobreza.
Así, pese a que a priori presentan menos problemas crónicos de salud que la población de acogida, tras su llegada sufren un aumento considerable del riesgo de padecer problemas como enfermedades coronarias, ictus o trastornos mentales.
Gabriel Ruiz, que trabaja en el programa de atención al inmigrante que Médicos del Mundo tiene en Málaga, ve a menudo esta aparición de trastornos de ansiedad, depresión y estrés post-traumático en los pacientes que atiende.
«Son personas con una situación de gran vulnerabilidad, que en muchos casos no cuentan con apoyos sociales ni familiares y que ven con frustración que su proyecto no se ha realizado, que las expectativas que tenían no se han cumplido», explica. (ECHA- Agencias)