WASHINGTON.- La Asamblea General de la ONU aprobó el derecho de los Gobiernos a protegerse de litigios de una minoría de acreedores, conocidos como fondos buitre, por lo que la reestructuración de la deuda depende ahora de acuerdos entre ambas partes.
La resolución fue aprobada en el marco de una serie de gestiones iniciadas en Naciones Unidas ante los problemas legales de Argentina en los tribunales de Nueva York por su deuda soberana.
Al contrario de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que son vinculantes para los estados miembros, la resolución aprobada delinea los principios básicos e «invita» a los estados miembros a respetarlos, y a la ONU a difundirlos.
Los analistas consideran que representa un triunfo en la batalla diplomática que Argentina y otros países han emprendido para impulsar un marco legal internacional que regule los procesos de reestructuración de deuda, ahora dependientes de los acuerdos entre acreedores y deudores.
«Límite a los piratas del siglo XXI, los ‘fondos buitres» Se trata «de ponerle límite a los piratas del siglo XXI, que no son ni más ni menos que los ‘fondos buitres’, que a falta de una legislación global han usufructuado la pobreza de muchos países», afirmó el canciller argentino, Héctor Timerman.
Desde el principio, la resolución establece que dentro de las prerrogativas que tiene un estado figura la de «la reestructuración de la deuda soberana», un derecho «que no debe verse frustrado ni obstaculizado por medidas abusivas».
Aun así, define que «la reestructuración debe hacerse como último recurso, preservando desde el inicio los derechos de los acreedores».
Asimismo sostiene que cuando una reestructuración de deuda soberana sea aprobada «por una mayoría cualificada de los acreedores de un estado no se verán afectados, perjudicados u obstaculizados de otro modo por otros estados o por una minoría no representativa de acreedores, que deben respetar las decisiones adoptadas por la mayoría de los acreedores». (ECHA- Agencias)