BERLÍN.- Naciones Unidas da «la bienvenida» al anuncio del presidente electo de EEUU, Joe Biden, de regresar al Acuerdo de París y está «en la mejor disposición de ayudar» para acelerar su reingreso, afirma su secretaria ejecutiva para el Cambio Climático, Patricia Espinosa.
En una entrevista con Efe, la diplomática mexicana asegura que, si el próximo presidente así lo quiere, Estados Unidos podría estar de nuevo en el mayor tratado internacional para combatir el calentamiento global para finales de febrero.
Para eso Estados Unidos debería solicitar oficialmente su reingreso en cuanto Biden acceda al cargo, el 20 de enero, y la petición se haría efectiva en 30 días.
No obstante, esto implica «el cumplimiento de sus obligaciones» bajo el Acuerdo de París en términos de reducción de emisiones y actualización al alza de sus compromisos medioambientales, recuerda. Evidentemente, esto resulta mucho más complicado.
«Trabajaremos con la nueva administración para dar esas señales de liderazgo que necesitamos», recalca Espinosa.
PANDEMIA Y CRISIS CLIMÁTICA
Ese impulso es preciso tras el frenazo que ha supuesto para la lucha contra el calentamiento global la irrupción de la pandemia de coronavirus, cuyo efecto más perceptible ha sido el retraso al año que viene de la Cumbre del Clima que tenía que celebrarse en estos días en Glasgow (Escocia), la COP26.
En este encuentro debe completarse al «cien por cien» el «instrumentario» del Acuerdo de París, el conjunto de normas y mecanismos necesarios para «poder aprovechar el potencial» de este tratado de 2015 que han firmado 197 países y busca evitar que la temperatura global se eleve dos grados centígrados por encima de los valores preindustriales.
En principio, la articulación del Acuerdo de París tenía que haber estado operativa en 2020, gracias el impulso de las anuales Cumbres del Clima, pero aún quedan pendientes algunos puntos de «alto contenido técnico» que tengan también en cuenta el necesario «equilibrio político».
La covid-19 ha supuesto además un «enorme reto» añadido para este proceso, de las reuniones telemáticas de expertos y los problemas de «conectividad» de algunos países menos avanzados, a los esfuerzos para «que los países mantengan el nivel de atención sobre el cambio climático frente a las múltiples urgencias derivadas de la pandemia».
Pese a las dificultades y el anuncio de «algunos países» de que se van a «retrasar un poco» en sus programas contra el calentamiento global a causa de la pandemia, Espinosa considera que la comunidad internacional ha «avanzado bastante bien» e incluso destaca «señales positivas».
Apunta por ejemplo el nuevo acuerdo verde de la Unión Europea (UE) para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y el anuncio en este mismo sentido de China, aunque para 2060, una «muestra fundamental de liderazgo en un momento en el que la necesitamos», a juicio de la secretaria ejecutiva de Cambio Climático de la ONU.
«UN PARTEAGUAS HISTÓRICO»
Otro elemento positivo es «el mayor énfasis en la importancia de incorporar en todos programas de recuperación de esta crisis el elemento de la sustentabilidad como una de las guías centrales. Eso es clave. Si no lo logramos, estaremos en un escenario muy negativo para alcanzar las metas del Acuerdo de París».
«Creo que esta pandemia nos está poniendo en un parteaguas histórico, donde los líderes de hoy tienen la oportunidad de aprovechar esta situación sin precedentes para remodelar, repensar y relanzar procesos de manera que el mundo del siglo XXI sea un mundo que avance hacia un mejor futuro», afirma Espinosa.
Esta «movilización de recursos inesperada» que suponen los programas de reconstrucción puede ser «una fuerza muy positiva» en la lucha contra el calentamiento global, aunque es fundamental que la recuperación no se concentre exclusivamente en los países ricos y deje a otros de lado, porque el clima es un reto global donde «no hay fronteras».
«La recuperación tiene que incluir este elemento de cooperación internacional y solidaridad», agrega.
La pandemia, además, ha demostrado «la capacidad de la población para adaptarse de manera radical a cambios conductuales antes no imaginados», apunta Espinosa, que indica que «la clave para un mundo más sustentable es cambiar de estilo de vida». «En la definición de la nueva normalidad estas experiencias van a ser muy importantes», señala.
«NO HAY TIEMPO QUE PERDER»
Sopesando las dificultades y oportunidades que ha supuesto la crisis del coronavirus para la lucha contra la crisis climática, Espinosa se dice «optimista» sobre las opciones reales de frenar el calentamiento global antes de alcanzar el nivel de los dos grados, a partir del cual los científicos consideran que los perjuicios serían muy graves.
No obstante, la secretaria ejecutiva de Cambio Climático de la ONU advierte: «El éxito no se va a dar espontáneamente. Requiere muchísimo trabajo. No hay tiempo que perder, tenemos que ponernos a trabajar… ayer». EFE