NACIONES UNIDAS.- Israel y Palestina se cruzaron hoy reproches en la Asamblea General de la ONU, alejando un poco más cualquier expectativa de reconducir una relación envenenada por la ocupación y por la violencia, y de lograr la paz en Oriente Medio.
«Me siento obligado a alertarles de nuevo de que lo que está haciendo el gobierno israelí con su política de asentamientos expansionista destruirá cualquier posibilidad y esperanza que puedan quedar para una solución de dos estados con base en las fronteras de 1967«, dijo a los líderes mundiales el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.
Las colonias judías en los territorios ocupados centraron buena parte de la intervención de Abás, que adelantó su intención de impulsar en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de condena de esos asentamientos, considerados ilegales por la comunidad internacional.
No es la primera vez que los palestinos y sus aliados buscan ese movimiento diplomático, pero hasta ahora se han encontrado siempre con un firme «no» por parte de Estados Unidos, el gran socio de Israel.
El aumento en los últimos meses de las críticas internacionales, incluidas reiteradas condenas estadounidenses, da esperanzas a Palestina, que hoy confió en que nadie vete la iniciativa.
La última vez que una resolución de este tipo llegó a votarse en el Consejo de Seguridad, en el 2011, EEUU la bloqueó.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, volvió a restar importancia a las colonias y subrayó que estas no son la causa del conflicto.
«Este conflicto siempre ha sido sobre la existencia de un Estado judío, sean cuales sean sus fronteras», opinó, dejando claro que nunca se negociará el derecho de Israel a existir.
«Para los palestinos, los verdaderos asentamientos tras los que están son Tel Aviv, Yafa y Haifa», dijo en referencia a ciudades israelíes.
Netanyahu cuestionó la voluntad de paz de los palestinos y atacó el «adoctrinamiento» al que a sus líderes someten a sus niños, lo que a su juicio termina provocando los repetidos episodios de violencia que se viven en la zona.
«Le digo al presidente Abás que tiene una elección: puede seguir agitando el odio como hoy o hacerle frente y trabajar conmigo para la paz», señaló.
Netanyahu reiteró su compromiso con una solución de dos estados para el conflicto de Oriente Medio y dijo que está dispuesto a iniciar negociaciones con los palestinos «hoy», pero dejó claro que su país no va a aceptar que los términos «se dicten desde la ONU».
«El camino a la paz pasa por Jerusalén y Ramala, no por Nueva York», subrayó, invitando a Abás a hablar en el Parlamento israelí y mostrándose dispuesto a acudir él al palestino.
Una vez más, el primer ministro israelí se mostró muy crítico con Naciones Unidas, donde una mayoría de los miembros respaldan habitualmente condenas a su país en distintos foros.
«La ONU comenzó como una fuerza moral y se ha convertido en una farsa moral», dijo Netanyahu, que puso como ejemplo el hecho de que la Asamblea General aprobase el pasado año 20 resoluciones contra Israel y 3 contra todos los demás Estados miembros.
Pese a sus críticas, se mostró convencido de que las actitudes del mundo hacia Israel están empezando a cambiar a medida que más y más gobiernos reconocen a Israel como un «socio potente«, incluso dentro del mundo árabe.
Tanto el líder israelí como el palestino insistieron repetidamente en su voluntad de paz, pero volvieron a demostrar que sus hojas de ruta para alcanzarla siguen muy distantes.
Frente a la preferencia israelí por las conversaciones bilaterales, Abás defendió hoy la «conferencia internacional de paz» que está tratando de impulsar Francia.
«Esperamos que todos los estados del mundo apoyen la convocatoria de esta conferencia internacional de paz antes de que acabe este año. Si no hay conferencia internacional de paz ni negociaciones directas, ¿cómo puede haber paz?», preguntó el presidente palestino.
EFE/Foto: porisrael.org