La tasa de desempleo actual en los países de América Latina y el Caribe es de 8%, «la más alta en una década y podría subir», alertaron este martes la Oficina de Coordinación para el Desarrollo de la ONU (UNDCO) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Lima.
Ello se debería, entre otros factores, a que la región tendría un crecimiento de 0.5% en el 2019, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), por debajo incluso del 0.9% registrado en el 2018, cuando este ya era considerado como moderado y con escaso impacto en los mercados laborales.
«Estamos viviendo un momento de alta complejidad en América Latina y el Caribe», dijo el director regional de la UNDCO, Christian Salazar, durante la inauguración de la primera reunión de Coordinadores Residentes de Naciones Unidas y la OIT.
En esta reunión se precisó además que, ante este panorama económico, «será difícil que pueda reducirse la informalidad que afecta al 50% de los ocupados en la región, que son alrededor de 140 millones de personas».
En esa línea, Salazar destacó la importancia de «revitalizar la cooperación en un momento en el cual no se busca solo avanzar en el desarrollo sostenible, sino también evitar retrocesos».
«Necesitamos trabajar juntos y alinearnos mejor para hacer frente a temas de trabajo y economía, que no deben quedar fuera de la agenda para el desarrollo sostenible, tal como el empleo de los jóvenes, quienes enfrentan una desocupación tres veces mayor que los adultos, alta informalidad de 60%, y la dificultad de insertarse para un 20 % que ni estudia ni trabaja», agregó el especialista.
Por su parte, el director general adjunto de Programas Exteriores y Alianzas de la OIT, Moussa Omauru, quien llegó a Lima para la reunión, resaltó la importancia del trabajo decente para la población que dijo que es «mucho más que un empleo, sino un componente esencial de la Agenda 2030, para conseguir un desarrollo sostenible que permita eliminar la pobreza sin dejar a nadie atrás».
También destacó la importancia de hacer frente a un futuro del trabajo con el impacto de las tecnologías, el cambio climático o la evolución demográfica, junto con los desafíos de un presente caracterizado por alto desempleo, informalidad, desigualdades, persistencia del trabajo infantil y del trabajo forzoso, entre otros.
La reunión de dos días entre los Coordinadores Residentes de Naciones Unidas incluye en su agenda el análisis de asuntos como el impacto de las normas internacionales del trabajo de la OIT, los objetivos de promoción de empleo, protección social y formación profesional.
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